jueves, 31 de marzo de 2011

VIP

Foto: Hacemeclick.com

Me da pereza hacer una previa del Real Madrid-Sporting de este sábado. Respeto a los asturianos (no tanto a su entrenador), que nos dieron bastante guerra en Gijón, pero veo que incluso las bajas de Benzema, Cristiano, Alonso y compañía pueden ser un acicate para que sus compañeros menos habituales intenten agradar a Mou y ganarse la condición de 12º hombre en lo que queda de temporada. De todos modos vuelve a ser uno de aquellos partidos en la que nuestro mayor reto será motivarnos y evitar que la cabeza se nos vaya al martes y el Tottenham.

De mi falta de ganas de afrontar envites de poca enjundia tiene buena parte de culpa el baloncesto, que me ha absorbido como hace tiempo que no recordaba en estos últimos quince días y todavía sigue rondándome por la cabeza. El Madrid no consiguió ganar el cuarto partido en la capital del Turia y deberá esperar al jueves en la Caja Mágica para tratar de sellar el billete para la soñada Final Four de Barcelona. Un error infantil en la última jugada del tercer cuarto, unido a una torrija monumental en la totalidad del último acabó con nuestras aspiraciones de dar por finiquitada la eliminatoria por la vía rápida.

El papel de la afición madridista en ese 5º partido será determinante. Más que nunca el hincha merengue debe ir al pabellón dispuesto a que sus gritos sean el impulso que haga a los jugadores blancos más rápidos, altos y fuertes que los naranjas. Me vienen a la memoria imágenes de la otras veces que afrontamos este tipo de partidos europeos de nivel en casa, como los de la Copa ULEB 2006/2007, con más de 14.000 almas llevándonos en volandas a la final. Pero claro está, eso era en Vistalegre, un pabellón que, pese a ser en realidad una plaza de toros, logró crear una comunión inigualable entre aficionados y equipo.

La Caja Mágica es otra historia. Florentino pensó que estaría bien cuidar las relaciones con el Ayuntamiento de Madrid trasladándonos a esta pista de tenis que, tras la no adjudicación de los Juegos Olímpicos a la capital española, había quedado en desuso durante muchos meses. Pero, francamente, ahí pecamos de pardillos. Mientras que Estudiantes se fue a jugar buena parte de sus partidos al Palacio de los Deportes de la Comunidad (una colosal y recién remodelada instalación) y el infrautilizado Telefónica Arena pasa sus días entre conciertos y eventos varios, nosotros nos fuimos a quedar con una recinto pensado para todo menos para los deportes de equipo. Esa conexión grada-equipo es bastante difícil, pese a que la capacidad y sonoridad del pabellón he leído que no son del todo malas. La culpa la tienen los palcos VIP. Pensados para el lucimiento del famoseo que frecuenta las canchas de tenis, están ubicados en la zona más cercana a la pista. Casi siempre se encuentran vacíos (se ve que el baloncesto no tiene tanto glamour), pero a punto han estado de desplazar al grupo de animación más ruidoso del básket del Real Madrid, los Berserkers, a bloques de asientos más lejanos. Hubo que eliminar los palcos de detrás de una de las canastas para que pudieran situarse allí y desplegar sus mosaicos y coreografías durante los partidos, aunque ni que decir cabe que están muy molestos con el cambio de cancha y desearían mudarse de la Caja Mágica (para muchos, Caja Trágica) cuanto antes.

En el Bernabéu ese problema estuvo bastante contenido, puesto que los palcos vips son de auténtico lujo y evitan que de ningún modo sus usuarios entren en contacto con la plebe, cristal mediante. Mejor, así todos contentos: los que se los pueden permitir comiéndose tranquilamente sus canapés, el club con el dinerito en el bolsillo, y el hincha que quiere animar quitándose de en medio a gente que poco interés en el partido. Otro cosa son los famoso boxes que hay sobre los banquillos, aunque bien mirado, para lo que animan los mascapipas de ese sector, tampoco se pierde gran cosa. También quisiera que en el partido de mañana os fijaseis en un pequeño sector existente en uno de los córners del fondo sur, tirando hacia el lateral, en el que los asientos están reservados con unas fundas. El cátering que les dan debe ser muy bueno, puesto que no hay ni una vez que estén todos en sus asientos en el primer minuto de la segunda parte.

No pido que nuestros estadios sean como el OAKA, pero la verdad es que uno siente sana envidia. Por mucho que se dieran todas las facilidades, no lograríamos ni una décima parte de ese ambientazo, pero si que es cierto que poniendo trabas y fijándonos sólo en el dinero (más cuando los ingresos en concepto de entradas cada vez tienen menos peso en el conjunto del total de los que recauda el club), podemos acabar siendo un espectáculo para pijos y dinosaurios.

miércoles, 30 de marzo de 2011

Profesionalismo

Foto: Corazonblanco.com

Con el nacimiento del Campeonato Nacional de Liga a finales de los años 20, el profesionalismo empezó a instaurarse en el fútbol español. El Real Madrid ya despuntaba por aquel entonces, y logró hacerse con figuras de la talla de Ricardo Zamora, una de las estrellas más rutilantes de la época, o lo mejorcito de los equipos más modestos, como la fabulosa pareja defensiva que formaban Ciriaco y Quincoces, fichados del Alavés.

Pero hubo equipos punteros hasta el momento, como el Real Unión de Irún, el Arenas de Guecho o el Rácing de Madrid, cuya adaptación al nuevo modelo no fue óptima y en poco tiempo desaparecieron de la élite balompédica nacional. Cosas de la vida, evolucionar o morir.

Hoy, ya en 2011, vivimos una situación parecida, pero que nadie quiere reconocer. Nos encontramos ante una Liga de dos, con Real Madrid y Barcelona por un lado y los 18 restantes por el otro, a una distancia abismal. Los clubes más modestos achacan estas diferencias al deficiente reparto del pastel de derechos televisivos que les impide crear plantillas competitivas capaces de competir con los dos grandes, e incluso han amenazado con una huelga que ha mantenido pendiendo de un hilo la celebración de esta jornada de Liga

Ja, ja y ja, contesto yo a este argumento. A finales de los 90, cuando entraron en juego las plataformas digitales de televisión, una importantísima suma de dinero llegó a manos de todos los clubes. Muchos equipos pequeños se dedicaron a despilfarrarlo haciendo fichajes de dudosa calidad por hasta... ¡5.000 millones de pesetas!. Muchos dirán "sí, bueno pero el Madrid también fichó a Anelka por 5.000, a Figo por 10.000 y a Zidane por 12.000 millones". La principal diferencia es que, quizás exceptuando el caso de Anelka (Sanz no era precisamente un ejemplo de gestión), las otras grandes contrataciones blancas han ido siempre con un plan para amortizarlas merchandising y derechos de imagen mediante, además de estar avaladas por una sociedad como el Real Madrid, capaz de ingresar ya entonces 300 millones de euros anuales (hoy más de 400) y de mover ella sola el 60% del mercado del PPV del fútbol en España. Casi nada.

Los más modestos, en general (quizás el Sevilla por su política de comprar barato y vender caro se salve un poco, aunque con los 14 millonazos de Negredo se lució), en lugar de hacer más fuertes las estructuras de sus clubes, se dedicaron a hacer experimentos estrambóticos y progresivamente se han alejado de lo más alto. Pero es que esto es una tónica desde hace muchos, muchos años. Si el Real Madrid no hubiera levantado en los 60 una Ciudad Deportiva en lo que años más tarde sería la principal arteria de la capital, en 2000 le hubiera sido imposible, mediante su venta, acabar con la enorme deuda que lo asfixiaba o construir unas nuevas instalaciones en Valdevebas que pueden, en un futuro, llegar a tener la misma función. Otros clubes en cambio, en lugar de hacerse con estadios o zonas de preparación modernas a la vez que acordes a sus posibilidades, han seguido viviendo en monstruosas edificaciones que van quedando cada vez más desfasadas y les empujan a menudo a mendigar del dinero de todos a través de subvenciones de instituciones municipales y autonómicas.


No estoy en absoluto en contra de un mejor reparto del dinero de los derechos televisivos, sería positivo para el campeonato abandonar el formato escocés, pero si que está claro que debe haber un mayor control de como se utiliza ese dinero. La LFP, si de verdad aspira a ser "la mejor liga del mundo", haría bien en fijarse en la organización de otras competiciones deportivas que si son líderes, como la NBA o la Premier League. En la NBA existen topes salariales y un control estricto de las franquicias por parte de la dirección de la liga. En la Premier no tiembla el pulso para sancionar a los clubes con una gestión económica deficiente (se le quitaron 9 puntos al Portsmouth), mientras que en España la opinión pública se indignó por la exclusión del Mallorca de la Europa League por sus problemas financieros.

Foto: Realmadrid.com

Cambiando ya de tercio, me gustaría dedicar unas líneas al equipo de baloncesto del Real Madrid, que me hizo disfutar (y sufrir mucho, también) con su victoria contra el Power Electronics Valencia en el tercer partido de la eliminatoria de cuartos de final de la Euroliga. No entiendo mucho, pero mención especial se merece D'Or Fischer, que se marcó un último cuarto impresionante, en el que sus canastas y acciones en defensa valieron buena parte del triunfo.
Si ganamos hoy habremos alcanzado uno de los objetivos de la temporada, volver a estar entre los cuatro mejores de Europa, y podremos volver a soñar con hacernos, por novena vez, con el cetro continental. ¡Vamos Real!

domingo, 27 de marzo de 2011

No sólo de fútbol vive el hombre

La menor actividad de esta semana en "Mi bufanda" se corresponde con lo aburridilla que ha sido en lo que el plano madridista se refiere a causa del parón. Este hecho, junto con la disputa de las eliminatorias de cuartos de final de la Euroliga, me han hecho volverle a dedicar un poco de atención a nuestro equipo de baloncesto. Ciertamente, soy un hombre de fútbol y casi nada más, pero también tuve una época en la que seguía con mucho interés el deporte de la canasta. Tenía acceso gratuito a la cancha del equipo de mi ciudad, por entonces en ACB, y fui asiduo a ella durante algunas temporadas. También en alguna visita del Real Madrid de baloncesto a Gerona había acudido a ver a los jugadores al hotel y fotografiarme con ellos. Recuerdo con especial cariño el poder haber intercambiado unas palabras con todo un mito de la sección, Emiliano Rodríguez, ganador de cuatro Copas de Europa defendiendo la camiseta blanca entre 1959 y 1973.

Mi pasión por el baloncesto ha ido decreciendo a pasos agigantados, pero aún sigo los pasos del Madrid en la Euroliga (trato de no perderme ningún partido) y en los encuentros más importantes de las competiciones nacionales. Aún así, este deporte tiene el honor de ser el único que me ha hecho ganar un concurso de la revista "Hala Madrid", que se envía trimestralmente a los titulares del Carnet Madridista. Hace unos años era muy aficionado a participar en los concursos de temática merengue que esta publicación organiza, sobretodo aquellos en los que hay que contestar preguntas acerca de la historia del club. Cansado de no ganar nunca, me decidí a tomar medidas drásticas. Pese a contar ya con 15-16 años, me dirigí a la sección infantil de la revista y vi que había la posibilidad de enviar felicitaciones de cumpleaños al jugador de la sección de baloncesto Kaspars Kambala. Este armario ropero letón era el pívot estrella del Real Madrid 2003/2004, que se quedó a un paso de la gloria europea tras perder la final de la Copa ULEB ante el Hapoel Jerusalén en Charleroi. Armado de valor, me curré una felicitación de tres páginas con dibujos, collages y todo lo que se me ocurrió, digno de las mejores clases de primaria. Tras semanas y semanas sin respuesta, pensé que había vuelto a perder con la humillación añadida de que el ganador sería cualquier mocoso capaz de garabatear una "K" en un papel. Pero no, un repartidor llamó a mi puerta y me entrego un sobre acolchado con el escudo del Real impreso. Al abrirlo y comprobar su contenido descubrí una tarjeta en la que el director de márketing del club (o un cargo así) me daba la enhorabuena, además del premio en sí, una fantástica foto dedicada en la que el bueno de Kaspars sostenía mi obra de arte. El "We are the Champions" empezó a sonar en mi cabeza. ¿Que Kambala abandonó el club tras esa temporada, dio positivo por cocaína en su posterior etapa en el Fenerbache, se metió a boxeador y hoy deambula por un equipo menor de la liga turca? Sí, sí, pero la fría mirada de este gigante báltico en ese marco de mi habitación siempre me recordará el día que gané a esos niños.

Respecto al duelo contra el Power Electronics Valencia, pues la verdad es que he descubierto que son mucho mejor equipo de lo que pensaba. Estaba convencido de que nos podían poner en aprietos, pero no que lo hicieran antes de que el duelo se trasladara a tierras levantinas. El recital de triples que nos endosaron en el partido que supuso el 1-1 fue de órdago. Aún así confío en el Madrid pese a la marcha de Messina. Su mano se nota, y aunque Molin no está a su altura, si que es de su cuerda. Tucker estuvo muy desafortunado el primer día, si bien en el segundo, con mucha más confianza, sus compañeros pecaron de no buscarle más. Hablaría de tácticas y tal, pero tras 15 años viendo baloncesto he de decir que siguen siendo un misterio para mí. Se lo dejo a los que entienden.

Lo que sí sé es que estamos ante una oportunidad de oro, complicada, pero de oro. Tenemos en nuestras manos el volver a la Final Four mucho tiempo después de la última vez. El título liderado por Sabonis en el 95 en Zaragoza ya queda lejos y hace falta irle refrescando la memoria al Viejo Continente, parece que no recuerda quien es el 8 veces campeón de Europa. La hipotética cita sería en Barcelona, patrocinada por Turkish Airlines y Sport, firmas muy amigas de uno de nuestros eternos rivales, que precisamente afrontan un 1-1 en Atenas ante el Panathinaikos y sus 20.000 fieles. Si no se clasifican lo mismo deciden que ni se celebra el evento.

miércoles, 23 de marzo de 2011

El traje del marqués

Foto: Realmadrid.com

Calles con su nombre, cruces y medallas varias al mérito, la distinción de "amigo del nabo", carnet de socio de honor del Real Madrid... incluso ha sido nombrado marqués por Su Majestad el Rey. Todo esto ha conseguido Vicente del Bosque desde que España se impuso este verano en el Mundial celebrado en Sudáfrica. Bueno, esto y una especie de "inmunidad diplomática" que prohíbe a nadie en la prensa española criticar lo más mínimo a su persona o el juego del equipo que dirige.

Del Bosque es una figura mitificada desde hace años por amplios sectores del madridismo. Ex-jugador de una de las épocas en las que el club forjó su carácter, su trabajo en la cantera merengue resultó del agrado de presidentes y aficionados. Era un buen conocedor de las categorías inferiores y si me dan a elegir entre la ruinosa gestión actual de "La Fábrica" (hace años que no damos un jugador que no sea un pechofrío), pese a la última racha positiva de resultados del Castilla, me quedo con su etapa. Entonces sacamos poco de allí, pero algo sacamos.

Hasta ahí, poco que objetar.

Don Vicente se hizo cargo del primer equipo del Real Madrid en la convulsa temporada 1999/2000, en principio, al igual que ocasiones anteriores, de forma temporal tras la destitución de John Benjamin Toshack. Las cosas le salieron a pedir de boca al salmantino, que pese a no poder evitar el desastre en liga (5º puesto), dirigió al equipo en la consecución de su 8ª Copa de Europa, tras imponerse por 3-0 al Valencia en París.

A partir de entonces, lo que ya conocemos todos: 3 temporadas más al frente de nuestro equipo, en las que la llegada de Florentino Pérez trasladó al club a una nueva dimensión. El Madrid volvió a ser el referente mundial y en él jugaron los mejores jugadores del momento: Figo, Zidane, Roberto Carlos, el mejor Raúl, un Casillas que apuntaba maneras... dos Ligas, una Copa de Europa (la mejor que yo le he visto al Real Madrid en todos estos años) y dos Supercopas (una de España y otra de Europa) se añadieron al palmarés del técnico.

Todo el mundo alababa el gran papel secundario de Del Bosque, su capacidad para gestionar un vestuario con tanta estrella, pero la realidad fue distinta. El Madrid puso a su disposición uno de las mejores plantillas de su historia, quizás la más brillante tras la de las 5 Copas de Europa seguidas que lideró Di Stéfano, pero Vicente fue incapaz de lograr que consiguiera dos grandes títulos (no ya el triplete) en la misma temporada. Para el potencial que teníamos, a mi se me supo a poco lo logrado. Desde las páginas de los periódicos se añora esa etapa pero nadie recuerda ya la eliminación de la Copa en primera ronda a manos del Toledo en 2001, la pérdida de la Copa Intercontinental de 2000 ante Boca o la dolorosa derrota en la final de la Copa del Rey en nuestro propio estadio el día de nuestro Centenario ante el Deportivo. Por no hablar de algunos partidos ligueros en los que, francamente, no se dio la talla ante rivales de mucho menor calado.

Eso fue lo que motivó a Florentino a deshacerse de él en 2003. El trabajo no había sido del todo malo, pero hacía falta buscar a alguien que llevara al Real a una nueva etapa en la que fuera todavía más serio. La idea era buena, pero la ejecución fue nefasta. A la elección del señor que repartía los petos en el Manchester para el banquillo se le unió una plantilla descompensada, que encima llegó sin fuerzas al tramo final de la temporada, y se fue todo al traste. Y los años posteriores, un poco más de lo mismo.

Los medios, amiguísima de Del Bosque por su tendencia a dar entrevistas para tenerlos contentos y evitar que en los momentos duros se atacase a su figura, disfrutaron como un gorrino en un lodazal recriminándole a Florentino el supuesto error. Del fracaso del compañero Vicente en su primera aventura como entrenador alejado del abrigo de la gran teta blanca, que se saldó con un prematuro despido en el Besiktas turco, ni una palabra.

¿Se atrevió alguien a decir que sin los mejores jugadores del planeta a sus órdenes, Sir Vicente del Bosque no era tan buen técnico? ¿alguien reparó en que Luis Aragonés dejó en sus manos en 2008 un equipo formado por la mejor generación de futbolistas que ha dado España en muchísimos años? Todos conocemos la respuesta.

El juego de España en el Mundial distó bastante de la rapidez de combinación y ataque mostrada en la Eurocopa de Austria y Suiza, fue bastante más lento y ramplón. Yo celebré como el que más que el equipo nacional de mi país ganara el título de la manera que fuera (bastantes decepciones me había llevado ya), pero a la vez no entiendo como se ha hecho de esa Selección bandera de un estilo de juego de toque y verticalidad que no se manifestó en casi ningún momento del campeonato.

Esta incapacidad para ver los defectos del marqués, un mal muy arraigado por desgracia en este país, acabará perjudicando al equipo. La ausencia de crítica constructiva hace tender al relajamiento general y nos encontraremos el día menos pensado con un batacazo importante. De hecho solo hay que ver lo que está costándole a España encontrar motivación en sus partidos posteriores a la victoria mundialista. Aunque si los seleccionados miran al banquillo y con 4-1 en contra ven a un tipo "tranquilo" incrustado en su asiento en vez de alguien que se mueva y dé órdenes...

domingo, 20 de marzo de 2011

Otra vez, y van...

Foto: Corazonblanco.com

Lo intento, de verdad que lo intento. Pero me es imposible. Le hemos ganado tantas veces al Atlético después de oírles soltar bravuconadas durante toda la semana que no puedo tomarme un partido contra ellos en serio. Una vez más ganamos en el Calderón en un partido que tuvo de salsa los cinco minutos de incertidumbre final, debidos al lógico cansancio madridista tras el esfuerzo del miércoles. Antes habíamos dominado con tranquilidad el partido con un gol del enrachado Benzema (esos arranques a lo Ronaldo -el gordo- son mi perdición) y otro del no menos sobresaliente Özil, que demostró que De Gea tiene últimamente la cabeza en otra parte (si es dónde yo imagino, se le perdona, je je). A Casillas, al que considero un gran portero pero no puedo evitar encontrarle siempre algún fallo, lo vi esta vez muy seguro. No dejó ningún balón rechazado a los pies de los delanteros rivales como nos tiene acostumbrados en los últimos tiempos y le salvó un mano a mano, su especialidad, al Kun. Solo la recaída de Cristiano empañó un poco el día, pero con un poco de suerte se tira 10 días de descanso en Portugal y vuelve hecho un toro. Lección aprendida, no debe forzar.

Cuatro veces hemos batido ya a los colchoneros este año y van ya para 12 años si superarnos en partido oficial. Eso escuece y se notó bastante en el coliseo del Manzanares, con las ya clásicas faltas de respeto a Cristiano y Mourinho e incluso insultos comparando a Marcelo con un simio. Soy de los que piensa que esto son cosas del fútbol (bueno, lo de Marcelo es ya de mal gusto y sancionable), por lo que no hay que darle mayor importancia. Pero las cosas claras y el chocolate espeso. Si Cristiano y Mourinho tienen que aguantar el chaparrón durante dos horas, de ningún modo se les puede calificar de "provocadores" por echarle en cara su nefasta actitud a los hinchas, como han intentado muchos periodistas. Ni mucho menos se puede decir tampoco, como el sábado noche en La Sexta, que la del Atlético es "la mejor hinchada de España". Ya, claro. El racismo y los insultos se obvian si conviene con tal de ir contra el Madrid. Es una afición tan buena o tan mala como las demás, mal que les pese. Y bastante pipera.

Afrontamos ahora una aburrida semana gracias a los siempre oportunos parones de selecciones con los que nos obsequian de tanto en cuando UEFA y FIFA para que las federaciones puedan hacer caja. España tiene dos superpartidos frente a los potentes combinados de Chequia y Lituania, en los que veremos si Del Bosque se ha cargado al fin el equipo del cambio iniciado por Luis Aragonés o si además de recibir condecoraciones de amigo del nabo es capaz de mantener el tinglado en pie. Aprovecharé estos días para haceros llegar mi opinión acerca de nuestro amigo el Marqués.

Recemos a Santiago (Bernabéu) para que no se lesione ninguno de nuestros chicos a lo largo de estos 10 días desparramados por el globo.

viernes, 18 de marzo de 2011

Sobredosis

Foto: Elpais.com

Nada más lejos de mi intención que intentar recordar a algunos que el gran gurú del fútbol moderno, ese dechado de humildad y ejemplo a seguir para los niños que es nuestro Pep ,tuvo sus problemas con el dopaje en su etapa en Italia. Para suerte y descanso de todos los que hoy gozamos de sus exhibiciones de saber estar, estas acusaciones quedaron sin condena en el plano penal por una habilidosa defensa que consiguió explotar al máximo todos los resquicios legales en su favor. Pero en el plano deportivo la sanción existió, como existió el positivo por nandrolona. Las cosas como son.

Insisto en que el título de esta entrada no tenía como objetivo, de ningún modo, entrar en ese tipo de polémicas. Yo solo lo aclaro. A lo que me refiero con lo de sobredosis es a lo que nos podemos encontrar en los próximos meses por culpa de los caprichos del bombo europeo y la brillante organización de la LFP, siempre tan previsora.

La suerte ha querido que el rival del Real Madrid en los cuartos de final de la Copa de Europa sea el Tottenham Hotspur británico. Un conjunto peleón, con jugadores a seguir como Gareth Bale, nuestro ex Van der Vaart o el espigado Crouch, un futbolista que siempre me ha llamado la atención porque suele ser tildado de fallón y poco hábil, pero ha conseguido desempeñar papeles importantes en equipos punteros de la Premier como el Liverpool en su día o los propios Spurs ahora. El único precedente de enfrentamiento entre ambos se remonta a una eliminatoria de Copa de la UEFA de mediados de los 80 que acabó con victoria madridista.

El Tottenham no dará su brazo a torcer con facilidad, esto es la Champions. Tampoco lo hizo el Lyon. Pero de ahí a echarnos las manos a la cabeza hay un trecho. Si le echamos las ganas que hay que echarle, pasaremos sin problemas por mucho que la vuelta sea en Londres.

El caso es que si nos clasificamos y el Barcelona hiciera lo propio contra el Shaktar Donetsk (por mucha revelación que sea y las dificultades que presenta un desplazamiento largo, en el fondo en el Camp Nou están dando palmas con las orejas de contentos), nos encontraríamos con 4 partidos contra el enemigo en menos de tres semanas. Si se hace insoportable y larguísimos los días escuchando todas las chorradas que la prensa suelta en la semana previa a un enfrentamiento entre los dos grandes del fútbol español. ¡Imaginad todo eso multiplicado por cuatro y con un título o dos en juego! Terrorífico. Si Punto Pelota hizo una vez un programa de 24 horas hablando exclusivamente de un Real Madrid-Barcelona, tras tantos en tan poco tiempo sería muy probable que a Pedrerol y su cuadrilla de los horrores los tuvieran que arrancar con una espátula de sus sillas.

En la parte deportiva, pese a que me cansaría un pelín jugar siempre contra los mismos, no me produciría ningún miedo tal situación. La cuestión sería llegar mentalmente frescos. Calidad tenemos de sobras como para superar nuestros fantasmas. Simplemente es que todo el ruido que se genera te puede llegar a saturar y es mejor recibirlo más espaciado en el tiempo. Y más ahora que el equipo aún está tierno.

Algo parecido me está pasando esta temporada con los partidos contra el Atlético. Sí, tienen tensión, son entretenidos... pero 4 veces en una misma temporada para mi ya son demasiadas. Y mira que la última vez que nos ganaron Imperioso trotaba alegre por las haciendas de Gil, pero chico, todo cansa. Hoy seguramente que, jugándose en el Calderón y con solo dos días de descanso tras un partido con tanta presión (más mental que deportiva) como el del Lyon, gozarán de más oportunidades para ganarnos de una vez por todas... aunque no apostaría por ellos. Solemos salir enchufados siempre a ese estadio, casi más que cuando jugamos derbis en el Bernabéu, y no creo que esta sea una excepción.

jueves, 17 de marzo de 2011

LQDM

La clasificación para cuartos de final debería ser un hecho rutinario para el Real Madrid y por lo tanto como madridistas de bien deberíamos estar avergonzados de festejar el pase en sí (otra cosa es la legítima alegría por una victoria que rompe definitivamente con una época llena de mediocridad para reemplazarla por otra llena de ilusión). Pero Nuestro Señor siempre ha tenido predilección por los chicos de blanco y ha decidido, en su magnífico plan, sembrar España y buena parte del mundo de tabernas irlandesas donde se celebrará el día de San Patricio con inusitada devoción. De este modo, merengues todos, cojamos sin pudor la cogorza del siglo esta noche, puesto en medio de este fervor "religioso", nadie notará que a nosotros lo que de verdad nos alegra el corazón es lo que sucedió anoche y no la cerveza. Bueno, quizás a la cuarta o quinta pinta esto no sea ya tan cierto...

Todo este desparrame, a parte de al Todopoderoso, se lo debemos al hombre que ha tenido que venir de ganarlo todo con el Inter a enseñarnos el verdadero significado de ser madridista. Al tipo que ha demostrado que, de una vez por todas el Real Madrid se ha cansado de que lo pisoteen día tras día, de poner siempre la otra mejilla. Nada tiene que ver el señorío con dejarse masacrar. Al entrenador capaz de lidiar con los que le ponen palos en las ruedas dentro y fuera del club y de sacar, por fin, lo mejor de Karim Benzema. José Mourinho, señores. Si le dejamos puede marcar un estilo de hacer las cosas en el club (deportiva e institucionalmente) tan importante para el siglo XXI en el Madrid como lo ha sido el iniciado por Santiago Bernabéu hasta nuestros días.

Hagamos caso a Florentino, que por fin ha dejado a un lado sus reticencias a inmiscuirse en lo relativo a la parte deportiva que parecía presentar esta temporada y se decidió, tras quitarle el polvo, a hacer de Mourinho el depositario del cetro de los auténticos valores del madridismo. En definitiva hizo del LQDM (Lo Que Diga Mourinho), el nuevo lema del club. Y en mejor manos no podía haber dejado un proyecto que estoy seguro que trascenderá mucho más allá de los 4 años de contrato del portugués.

Esta expresión para mostrar plena adhesión a los métodos de Mou pase lo que pase, fue acuñada en Fans del Real Madrid el primer y mayor blog dedicado al Real Madrid de toda la red. Entre sus contertulios habituales se encuentra la flor y nata del madridismo inteligente, y es que este blog dirigido por nuestro amigo El Socio es un auténtico think tank de seguidores de nuestro club. No exagero, os recomiendo pasaros e introduciros en su fascinante mundillo, con comentaristas clásicos excelentes, bufones desternillantes y trolls entrañables. Es una página que huye de lo políticamente correcto y no deja indiferente a nadie.

Precisamente en la tienda en línea de Fans del Real Madrid están disponibles camisetas como las que podéis apreciar en la fotografía, con la efigie de Mou acompañada del consabido LQDM. Una camiseta que, depende de donde la lleves, te hará ser el centro de atención y no siempre para bien (a veces, incluso entre supuestos "madridistas"). Su precio es de 15 euros y existe variedad de tallas y colores. También están a la venta modelos con imágenes relativas a Alfredo Di Stéfano en su apogeo como jugador del Madrid o a una de las figuras del partido de ayer, el brasileño Marcelo.

miércoles, 16 de marzo de 2011

Soltamos un buen lastre

Foto: Realmadrid.com

Me siento... cómo explicarlo... ¿alguna vez habéis comido algo poco fiable a altas horas de la mañana mezclándolo en vuestro estómago con una buena carga de bebidas espirituosas? Pues yo me encuentro ahora mismo como el que acaba de dejar que todo fluya tras media hora o más de aguantarse en el trayecto a casa. Perdón por el símil escatológico, pero es el más fiel a la situación.

Y no es para menos. Esta victoria ha librado al Real Madrid de una pesada carga. Desde Florentino hasta el último hincha, pasando por Mou y los chicos, todos los merengues han sentido un tremendo alivio cuando Ángel Di María ha colocado el 3-0 con una precisa vaselina ante la que nada pudo hacer el guardameta francés. Eran ya demasiados años de frustraciones y proyectos precipitados o directamente casposos como el de Calderón. Era ya hora de dejarse de estúpidas "maldiciones" impropias de un club a la altura del nuestro. No era de recibo no haberle devuelto nunca al OL los malos ratos que nos ha hecho pasar.

Pero estaba escrito que hoy todas estas historias iban a pasar a mejor vida para abrir una nueva etapa de firmeza institucional (tal y como expliqué días atrás) y ilusión, mucha ilusión en lo deportivo. Nos hemos clasificado tras una mala racha que duraba ya algunas temporadas y este equipo del Real Madrid que poco tiene que ver con el del primer año que caímos en octavos, se encuentra ante un panorama totalmente nuevo: estamos otra vez en la élite europea, compitiendo de tú a tú con auténticos equipazos y lo hacemos sin ningún temor. Nos sabemos un equipo en construcción cuya principal premisa debe ser el trabajo y marcarse las cosas a largo plazo, pero a la vez no creemos que tengamos nada que envidiar, visto lo visto, a Manchester, Inter, Chelsea o Barcelona, por decir algunos de los equipos que entrarán en el sorteo de cuartos de final. Quizá sea el descaro de la juventud que caracteriza a esta plantilla o puede que la razón esté relacionada con los métodos de Mourinho, pero parece claro que nos adentramos en una etapa divertida de la competición, sin la presión que hemos tenido en esta eliminatoria. El objetivo de esta temporada era mejorar la anterior y se ha conseguido, todo lo que venga además, será un premio a la dedicación de los futbolistas y un motivo, como ya hemos dicho, de ilusión.

En cuanto al partido, decir que pese a ciertas fases de desconcierto en el primer tiempo y en el segundo (hay que eliminar esas lagunas de concentración) ha sido más que notable. Me ha encantado la velocidad y la precisión de la combinación en el ataque, de la que el gol de Marcelo es un claro ejemplo. El brasileño ha sido una de las grandes figuras del partido, consiguiendo que el tanto coronara su excelente labor en defensa y ataque. Quizás eché de menos más a Xabi Alonso, aunque eso es más mérito del Olympique y su centro del campo, pero tampoco estuvo excesivamente mal. Özil, como siempre, grande. Un regalo para el público del Bernabéu el poder verlo jugar.

Benzema fue el máximo exponente de la velocidad arriba, y se marcó un partidazo y un buen e importante gol (cuya celebración no reprimió ante el club que fue su casa, buen detalle, con no festejar el de Lyon hubo bastante) en lo que está dejando ya de ser noticia en Chamartín para ser pura rutina. Y pensar que hubo quién dudó no ya de su actitud, sino de su calidad... que país. Lo mismo con Cristiano, nadie reparó en que salía de una lesión y que era normal que tuviera algún fallo, aunque fue como siempre un dechado de entrega, voluntad y participó de manera decisiva en el primer tanto.

Si me preguntan ahora que rival deseo para la siguiente ronda, diría que me da bastante igual. Si el equipo tiene la mitad de las ganas de hacer algo grande que yo después de esta gran noche y el público de ir aumentando cada vez más la buena predisposición (dentro de lo que cabe) a animar exhibida hoy, no tengo preferencias, estaremos en condiciones de superar a cualquiera. No me da miedo nadie. Quitarle las caretas a los falsos madridistas con un enfrentamiento con el Schalke 04 de Raúl no estaría nada mal... pero si no nos tocan los alemanes, me decantaría mejor por uno de los grandes. Para ser campeones de Europa hay que ganar a los mejores.

Y vosotros, ¿a quién queréis para cuartos?

martes, 15 de marzo de 2011

Hoy somos 12

Foto: Realmadrid.com

No tengo mucho que decir, los nervios y la tensión se han apoderado de mí. Probablemente este sea uno de los peores artículos que jamás podréis leer en "Mi bufanda" pero es que... llegó el gran día. EL DÍA. Así, en mayúsculas. Habrá finales esta temporada (una ya seguro), partidos en los que nos jugaremos el ser o no ser en la Liga... pero todo se ve diminuto al lado de la importancia del partido de hoy. Ya comenté el porqué, ya dije que una victoria significará mucho más que pasar de ronda.

Llevamos desde el domingo por la noche sin que apenas se haya hablado del partido por la polémica del dopaje y otros temas. Lejos de haber despistado a los jugadores, yo creo que eso los ha relajado. Dos días en los que la tormenta, al contrario de lo que sucede habitualmente con esta prensa, ha estado lejos de Valdebebas.

En Realmadrid.com y Real Madrid TV el club ha lanzado una campaña para que el público que asista al Bernabéu lo haga para algo más que comer pipas. Pero el madridismo parece ya bastante motivado (¡gracias a Dios! ¡no soy el único que está histérico!) y ha iniciado una campaña paralela en la red social Twitter con el uso de la etiqueta #hoysomos12, en clara alusión al papel activo que quieren asumir los hinchas blancos en el partido frente al Olympique de Lyon. Este humilde (no veas lo raro que se me hace utilizar esta palabra, me siento... sucio) blog ya se ha adherido a ella.

Es un detalle sin más importancia, sí, pero creo que es un ejemplo de como los merengues de todo el mundo, los que que no tenemos la suerte de ocupar un asiento del Santiago Bernabéu a las 20:45, intentaremos transmitirle al equipo desde el lugar en el que estemos viendo o escuchando el partido. A los privilegiados que acudan al estadio solo les pido que se den cuenta de que lo son, y que cualquiera de nosotros mataría por estar en su sitio. Así que a esforzarse un poco y dejarse la garganta, aunque sea por una vez.

Al igual que el club, yo también aprovecho para hacer una llamada a los visitantes de "Mi Bufanda" para que como madridistas me comentéis como vivís las horas previas a este momento decisivo para el club.

¡Arrrgh, menudos nervios! Tic, tac, tic, tac...

lunes, 14 de marzo de 2011

Unas risas

Foto: Catalunyapress.cat

Ahora resulta que la culpable de todo es esa "fuente misteriosa procedente de las altas instancias del Real Madrid" la que tiene la culpa de todo el embrollo, que Juan Antonio Alcalá es solo un humilde mensajero que se está llevando todos los palos. Ya. ¿Si la jugada le hubiera salido bien y el club hubiera refrendado su historia, también se quitaría méritos? Este señor, muy en la línea de su anterior grupo mediático, lo que ha hecho siempre es vivir de polemizar entorno al Real Madrid y con este tema del dopaje lo ha querido hacer. Igual que todo el gremio periodístico (no falla, cuando uno de ellos yerra miserablemente hacen todos piña y se protegen unos a otros antes que reconocer honradamente el error) se permite el lujo de dudar de nuestro club, que se ha limitado a ver como se sucedían los acontecimientos, yo me lo permito (y seguro que buena parte del madridismo) de dudar de este señor, que por quitarle al Madrid le quitaba hasta espectadores asistentes en el estadio en su época radiando a pie de campo en el Bernabéu.

Por un lado, está bien que el Madrid se haya limitado a ver como se desarrollan los acontecimientos durante la jornada con una sonrisa pícara en la boca. El nerviosismo surgido en Barcelona ha sido muy pero que muy divertido. Un simple rumor corrido por los medios de comunicación ha servido para notar que hay algo que no cuadra en la el país de los superhombres humildes. Si no hay nada que ocultar... ¿por qué el Barcelona simplemente no ha dicho que él también está a favor de la intensificación de la lucha contra el dopaje? ¿a caso no sería ese un claro beneficio para la limpieza de la competición? Recordemos que la teoría Alcalá indicaba que lo que el Real Madrid pretendía era eso, elevar una propuesta a la RFEF consistente en incrementar y mejorar los controles antidopaje en el fútbol español y protestar por la presencia de "médicos sospechosos" en determinados clubes, sin especificar cuales. Perfectamente podía referirse al reciente desembarco en el Universidad de Las Palmas de Eufemiano Fuentes, el conocido doctor implicado en la Operación Puerto de las autoridades contra el consumo de sustancias prohibidas en el ciclismo español. ¿O es que a caso a los azulgranas les cuesta tragar la saliva cuando se investiga el turbio pasado del doctor Segura? Lo de meter al Valencia si que lleva al 100% el sello made in prensa. Con toda la mala intención del mundo se ha buscado el enfrentamiento del Madrid con los anfitriones de la próxima final de la Copa del Rey. De hecho, fuentes valencianistas ya han confirmado que desde Chamartín les han desmentido la información.

Mi punto de vista es que estando el Real Madrid como está en contra del dopaje, debería hacer público un comunicado instando a la RFEF a mejorar su política en este aspecto, si bien perderíamos el placer de hacer el juego de palabras con el lema de la Cope y colocar a Alcalá "donde se merece estar", en la calle. Sin nombrar a ningún club. Solo pidiendo una mejora de las ridículas condiciones actuales, algo que es de justicia. Pero bueno, si no se hace tampoco pasa nada. No me creo que con el sentido gremial existente en su profesión Joselito sea despedido, pero ya nos habrá hecho el trabajo sucio. Ha agitado el tema y hemos visto miedos que dejan a las claras que no es todo tan bonito como lo pintan. ¿El precio que hemos pagado? Eso que tanto gusta a los periodistas: darnos palos y acusarnos de haber urdido una conspiración judeomasónica contra el equipo del pueblo. Esta vez probablemente sin haber dicho una sola palabra, pero en definitiva, nada que no hayamos visto antes ni que deba preocuparnos en demasía. Como dice el gran madridista Julio Iglesias... la vida sigue igual.

domingo, 13 de marzo de 2011

The Eye of the Tiger



El partido contra el Hércules, estuvo bien, doblete de Benzema, control del encuentro sin demasiados apuros, ninguna lesión que empañe la victoria... un partido plácido. Pero el pitido del árbitro en el minuto 89 y 55 segundos creo que refleja que los madridistas la cabeza desde hace tiempo en el miércoles. Unos desde que acabó la primera fase, otros desde que caímos en los octavos del año pasado... pero todos con esa obsesión.

No, no se trata de romper una mala racha en competiciones europeas, no se trata de recuperar la gloria como en el 98. Se trata de algo mucho más trascendente que todo eso. Si le ganamos la eliminatoria al Lyon y pasamos a cuartos, el club entero meterá los dos pies en una nueva etapa. Sin las ataduras de errores pasados. Con la ilusión de hacer algo grande en su competición favorita y sin la presión de otras veces. Un club unido entorno a un entrenador que defiende sus intereses, con una afición que ya ha desenmascarado a todos aquellos que, desde un antimadridismo profundo, tienen la cara de hablarnos a nosotros, los que disfrutamos y sufrimos con el Real Madrid, sobre cuales son o dejan de ser los valores históricos de la entidad.

El discurso de Florentino en la entrega de insignias a los socios celebrada este sábado es una clara prueba de ello. Una llamada a apoyar sin fisuras a nuestro entrenador y a ver en él y su defensa encarnizada de los intereses del club (aunque ello comporte decir verdades que incomoden al establishment del fútbol español) la verdadera esencia del Madrid. Valdano y su quintacolumnismo, muy en línea con el pensamiento "humilde e ingenioso" de los partidarios de cierto equipo, han recibido su certificado de defunción. Ahora todos vamos en el mismo barco.

A eso precisamente es a lo que llamó José Mourinho tras el 2-0 a los alicantinos: a que el espectador del Bernabéu deje de serlo este miércoles y se transforme en un activo más para el equipo. Toda ayuda es poca y a nuestro estadio le hace falta recuperar el mágico ambiente que se daba en el cuando aún existían localidades de pie a finales de los 90. Al que tenga la suerte de poder ir, que no desperdicie la oportunidad y transmita con sus gritos de ánimo el apoyo de todos los merengues que nos estaremos tirando de los pelos frente al televisor en cualquier rincón del mundo.

Yo, en semanas de partidos importantes, suelo colocar en mi MP3 una de mis canciones favoritas, The Eye of the Tiger, tema principal de una de las películas de la famosa saga Rocky, protagonizada por Sylvester Stallone. Suelo estar bastante nervioso los días previos a encuentros como este (no debería serlo, son solo los octavos... ¡qué diablos! ¡es el Madrid en sí lo que está en juego!), pero no puedo parar de escucharla una y otra vez. Cosas así tendrían que poner nuestros chicos en el vestuario para motivarse... y no las chorraditas buenistas de Coldplay que escuchan otros.

viernes, 11 de marzo de 2011

Absolutas idioteces

Foto: Futbolred.com

En otra entrada comenté que en ningún caso debía confundirse a los medios madrileños con portavoces oficiales del Real Madrid o su afición, ya que buscan exclusivamente su propio beneficio, no el del club. Parto en este artículo desde un punto en el que esa realidad es asumida plenamente por el lector.

El diario As nació en 1967 recuperando el nombre de un semanario gráfico deportivo publicado en la capital desde 1932 hasta el comienzo de la Guerra Civil Española. A la vista de su calidad actual, podría haber seguido saliendo una vez cada siete días. Esta semana nos ha deleitado con una entrevista al delantero togolés del Real Madrid Emmanuel Adebayor. No fue una entrevista insustancial por las respuestas del africano, que desde el primer día que llegó a Madrid demostró un gran saber estar y tener la cabeza en su sitio, sino por lo que se acabó destacando en el periódico de todo lo que dijo. En un país donde desgraciadamente pocos se paran a leer la letra pequeña, y menos en un entretenimiento como es el deporte, As se limitó a explotar el cliché de "negrito bueno" de Adebayor. "Me gusta que me llamen Manolito" es la portada de hoy, "No me veía triunfando en el Madrid con rastas" es lo que más les llama la atención en As.com. Todo muy profundo, como se puede apreciar. Ni un titular (que es lo que va a llegar al 90% de los que le echen un ojo al diario en la tasca) dedicado a la dura experiencia con su selección nacional cuando el autobús de la misma fue tiroteado por unos terroristas en Angola o a sus impresiones de cara al final de temporada. Nada, como al pueblo le cae bien y ya le gusta eso del "negrito bueno", se lo damos y que traguen como borregos.

En esta ocasión, más allá de que Emmanuel pueda ser considerada una persona superficial, el daño no es mayor, pero vista esta afición al populismo de As (no es la primera vez que dedica titulares a auténticas chorradas como colores de botas y otras tonterías), es conveniente que cualquier madridista que aún tenga estómago para desperdiciar un euro comprando este diario tenga en cuenta que la calidad no es su fuerte. Son especialistas en descontextualizar y dejar en segundo plano la información que no reulta jugosa para sus intereses. Aquí lo que importa es el titular.

Marca no se salva ni mucho menos de la quema, y nada más y nada menos que ha sido capaz de dedicar una portada entera a anunciar como gran hazaña periodística el descubrimiento del mote que tiene cada jugador dentro del vestuario del Real Madrid. Creo que podría haber seguido viviendo feliz sin tener que conocer que a Albiol le llaman "El Chori" por las semejanzas de cierta parte oculta de su cuerpo con un típico embutido ibérico. Luego se me ponen a a hacer reportajes de dopaje y lo cierto es que se me caen dos lágrimas si pienso en que son estos intelectuales, estos que nos deslumbran con averiguaciones indispensables para cualquiera, los que tienen que investigar para sacar a la luz todos los trapos sucios del fútbol español.

Cuando vayáis al quiosco pensáoslo bien. Puede que guardaros el euro para tabaco resulte menos perjudicial que leer según que cosas.

No querría acabar esta entrada sin aprovechar para recordar a todas las víctimas inocentes de los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid. No os olvidamos. Aún queremos saber.

miércoles, 9 de marzo de 2011

Menos besitos y más Benitos

Foto: Foroelmito.com

¿De veras es necesario tener que escuchar el discursito de algunos cuando vencen, que no tienen suficiente con ganar sino que encima te obligan a alabarlos bajo pena de ser tachado de necio que se niega a ver la realidad? Bueno, que se niega a ver su realidad, se entiende.

Hubo una época, de la que yo sólo viví los estertores, en la que el fútbol era fútbol y los centrales lucían un poblado bigote. En lugar de tratar de imponer una filosofía de vida, una cosmovisión, los equipos se limitaban a salir al césped y romperse la cara por ganar.

Uno de los máximos exponentes de ese fútbol, en el que el Real Madrid forjó buena parte de su leyenda, es Goyo Benito, que lideró la zaga del primer equipo blanco desde 1969 a 1982. Con decir que su apodo era "Hacha Brava" quién no lo conozca puede hacerse una idea de que muy amigo de los delanteros rivales no era. Se dice que Biri Biri, reputado atacante sevillista de raza negra en la década de los 70, tras enfrentarse a él durante buena parte del partido y llevarse como recuerdo una colección de golpes marca de la casa, se dirigió a él diciendo algo así como "no me pegue usted más, señor Benito".

Pero si había unos partidos en los que Benito demostraba de lleno toda su profesionalidad y su furia estos eran los que el Madrid disputaba contra sus eternos rivales, Atlético de Madrid y Barcelona. En estos conjuntos Benito tenía muchos compañeros con los que había jugado en la Selección Española, pero el día del partido don Gregorio no conocía ni a su padre. Si había que repartir se repartía igual o más, para que quedara claro que no se andaba con sentimentalismos.

En los instantes previos del Barcelona-Real Madrid de este año en el Camp Nou, Casillas y Ramos (¡capitanes del equipo, ojo!) repartieron besitos y arrumacos entre Puyol, Piqué, Xavi y los demás amigos con los que vivieron el éxito de España en el pasado Mundial. Esos mismos que después no desperdiciarían la más mínima oportunidad para humillarles (recordemos la tangana final que acabó con la expulsión del sevillano). Es como si esta gente, a los que muchos merengues y por descontado la prensa tratan como guardianes de la auténtica esencia del madridismo por el mero hecho de ser españoles, hubiera vomitado sobre la memoria de todo el trabajo, la sangre y el sudor que Benito y gente como él entregaron al Real Madrid. ¿Cómo diablos vas a entrar con la fuerza necesaria a un tipo con el que dos minutos antes te estabas besando?

Ese valor de la competitividad por encima de todo, de que el único amigo es el que lleva tu misma camiseta, ese es el que debería conservarse. Cualquier concesión es una invitación a que los contrincantes te claven un puñal por la espalda. Nuestros valores no han comprendido nunca el ceder ni un milímetro de terreno al contrario. Tampoco han entendido nunca de tragar cada día con ataques y mentiras interesadas. Ni de pedir perdón por ser madridista.

Tenemos una magnífica y solidaria fundación que realiza actividades dignas de elogio en favor de discapacitados, personas en riesgo de exclusión social, los niños del tercer mundo... El trato que recibe cualquier equipo y afición (incluso las que peor nos caen) que visita el Bernabéu, donde todo el mundo puede ver con tranquilidad un partido de fútbol y nadie pega a hinchas ni rompe lunas de autobuses, es difícil de encontrar en cualquier otro campo de Primera cuando nosotros vamos de visitantes. Todo eso y mucho más demuestra lo grandes y buenos que somos. Dejemos las lecciones morales para estos ámbitos y permitamos que directivos, cuerpo técnico y plantilla repelan los ataques contra el Real Madrid con la dureza que requiera cada situación.

P.D.: Antes lo digo y antes empieza a salir a la luz... reportaje en Marca sobre la escasa rigurosidad de los controles antidopaje en el fútbol de nuestro país.

martes, 8 de marzo de 2011

Demasiado para el cuerpo

Escribo estas líneas asqueado por el bochornoso espectáculo vivido esta noche en Barcelona. Luego nos vendrán los señores de la UEFA ("señores" por decir algo) con sus lemas apelando al respeto y al juego limpio. Que cierren el chiringuito ya, aquí está ya todo el pescado vendido. Expulsiones rigurosísimas, penaltis cuando más falta hacen, tiempo añadido surrealista en la primera parte... El Arsenal es un equipo blando e inocente sí, pero con 11 se las estaba arreglando para empatar el partido. Platiní, nosotros también te queremos.

Una vez que me he desahogado, paso a hablar del Madrid, que es lo que de verdad importa. Sí bien tiene cierta conexión el tema que trataré con lo anterior.

Uno se sorprende al ver que el Barcelona es capaz de aguantar presionando en campo rival en el minuto 94. Pero no en un único partido. Durante toda la temporada. "Superhombres", es la expresión que se viene a la mente. Luego miramos al resto de equipos punteros europeos, entre ellos el Real, y vemos que todos tienen bajones físicos. Todos tienen jugadores cuyo estado de forma no varía exclusivamente entre "bueno" o "muy bueno". Todos menos el humilde equipo barcelonés. Curioso, cuanto menos.

En el Real Madrid, por ejemplo tenemos a Ángel Di María. El argentino comenzó la temporada con una fuerza impresionante, que le llevó a acabar algunos partidos literalmente agotado. Sin ir más lejos, tras hacer un gran encuentro contra el Racing en el Bernabéu, tuvo que abandonar el campo pese a no disponer el equipo de más cambios, por que lo había dado todo y no podía ni con su alma. Que el resultado fuera de 6-1 en aquellos momentos también facilitó su marcha antes del pitido final. Ese día inauguró una racha de partidos en los que si bien no jugaba mal, si que acababa desfondado en las segundas partes, siendo frecuentemente sustituido. Más adelante, fue cogiendo el ritmo otra vez y a día de hoy vuelve a estar en óptimas condiciones físicas para hacer daño a las defensas rivales con su velocidad y su regate.

El aplaudido Mesut Özil es otro ejemplo. Pese a su innegable calidad, al chaval le falta coger musculatura y arrastra (sin ser preocupante ni mucho menos, a la vista están sus grandes actuaciones) aún en sus piernas el peso de unas vacaciones cortas a causa de la disputa del Mundial con Alemania. Y así tantos otros. Como mucho está la excepción de Cristiano, pero en ese caso solo hay que decir que estamos ante todo un atleta y que, además tiene pinta de atleta. Sí, porque es difícil de asimilar que tipos bajitos y paticortos como los que pueblan el centro del campo azulgrana sean capaces de ganarle una disputa de balón... ¡por físico! a potentes medios africanos como hacen habitualmente.

A mi me pueden decir misa, que si unos batidos milagrosos, que si una preparación excelente, que si unos fuera de serie... pero no me lo trago. Y más cuando te vas enterando de cosas como que el año pasado fueron multados por eludir hasta en 2 ocasiones controles antidopaje sorpresa en los entrenamientos o se les relaciona a médicos sospechosos. Algo huele a podrido, y no precisamente en Dinamarca... quién sabe si será un solomillo al estilo Contador.

lunes, 7 de marzo de 2011

Perdóname, Señor, porque he pecado

Sí, lo reconozco, yo también caí una vez, pero ahora estoy limpio, lo juro. Soy un hincha nuevo y puro. Un día fui uno de esos individuos que te aguan el partido con esas odiosas trompetillas de plástico con los colores del Madrid que venden en los puestecillos de los exteriores del Bernabéu. En mi descargo vaya que debía tener 13 o 14 años a lo sumo y que a la que me di cuenta que no me dejaba escuchar los cánticos para poder seguirlos (ni la mía ni las de los demás) la aburrí y la debo haber llevado como mucho dos veces en mis viajes a Madrid. La conservo porque para las celebraciones callejeras es ideal para tocar lo que no suena a los rivales, je je. Pero eso no quita que siga siendo un instrumento del mal. Recuerdo que la primera vez que oí un zumbido parecido (y me disgustaba bastante) fue en los enfrentamientos del Real Madrid contra el Spartak de Moscú y el Dínamo de Kiev de la Copa de Europa de la temporada 98/99. Siempre creí que su uso masivo en esos países debía estar asociado al intenso frío, que hacía mucho más sencillo animar tocando la bocinita que pegar un grito y destrozarse la garganta... pero con los años este "enjambre de abejas" se ha ido apoderando del coliseo blanco y por desgracia uno acaba con la cabeza como un bombo tras aguantar un partido rodeado de ellas. El colmo fue el Mundial de Sudáfrica y las vuvuzelas (auténticas tubas futboleras), que por suerte no han llegado a extenderse por España. Sin ir más lejos las prohibieron en Inglaterra, lugar donde los cánticos en el fútbol son sagrados. No me extrañaría que con artilugios como el de la foto hayan hecho lo mismo.

Al igual que yo me he disculpado por pecar contra el deporte rey, me gustaría escuchar pedir perdón a todos los que desconfiaron a principio de temporada de Mesut Özil. Y no sólo por el partido frente al Rácing. Ya son muchas las exhibiciones que el 23 ha dado con la camiseta blanca y las veces que se ha marchado del campo ovacionado por la afición blanca. Pero hubo gente, madridistas de poca fe o con intereses oscuros, que en un principio le hicieron la cruz por el simple hecho de ser extranjero. Esa es la gran cruz que arrastra el Real Madrid en los últimos tiempos. Mientras se demuestra que somos un club con millones de seguidores repartidos por todo el planeta, quienes no ven más allá de sus propios ombligos quieren que cada día seamos más pequeños, que solo fichemos españoles o canteranos. ¿Debemos rechazar de lleno a estos dos grupos de jugadores? No, por supuesto, pero sí que está claro que en el Madrid solo pueden jugar los mejores o los que tengan las capacidades necesarias para llegar a serlo, hayan nacido en Madrid, en Sevilla o en Hong-Kong.

De Mesut se dijo que era flor de un día, que hacer un Mundial interesante no era suficiente para fichar por el Real tan joven (ojo, como si hacer un buen Mundial con nada menos que la Selección Alemana fuera moco de pavo), que si hubiera sido mejor fichar a alguno de los campeones del Mundo con España... pero él solito, gracias a su calidad y a su visión de juego ha callado a todos los desconfiadores profesionales que pueblan la prensa madrileña y dejado al descubierto que solo buscaban un nuevo contacto para obtener filtraciones en el vestuario una vez que Raúl y Guti abandonaron el club. Y lo mejor de todo, sin duda, es que al germano lo veremos crecer y convertirse en un futuro candidato al Balón de Oro vestido de blanco.

domingo, 6 de marzo de 2011

Banco de pruebas

Foto: Realmadrid.com

Los estatutos fundacionales del por entonces "Madrid Foot-Ball Club" fueron firmados ahora hace 109 años en una trastienda capitalina por un grupo de entusiastas de ese nuevo deporte que habían traído los británicos a España. Casi ninguno de los presentes debió darse cuenta en ese instante del gigante que estaban poniendo en marcha ni de las vicisitudes que transcurrirían entre su nacimiento y el entretenido partido de hoy.

Una vez rendido el merecido homenaje a los pioneros hermanos Padrós, a Pedro Parages y tantos otros que levantaron aquel primer Madrid, os explicaré el porqué de calificar al partido de hoy de "entretenido". Pese a tener toda la pinta de que iba a ser uno más de esos cansinos partidos frente a equipos modestos, nuestros chicos han salido enchufados desde el minuto uno, con ritmo y la entereza suficiente de contestar el típico arreón inicial de los locales. A partir de ahí 2 goles con pases de mérito y buenas resoluciones (ojo a Karim, que si sigue acostumbrándose a ir metiéndolos a pares nos puede dar muchas alegrías de aquí a final de temporada), un pelín de fútbol control hasta que el Racing se animó con su gol y otra fase de dominio hasta que Benzema acabó con cualquier atisbo de duda.

Mourinho se lo planteó como una oportunidad de hacer pruebas, y ante la ausencia de Cristiano probó con una pareja de ataque Adebayor-Benzema que está demostrando no ser tan incompatible como los enemigos del francés querían hacer ver. En el centro del campo, las bajas de Lass y el inocuo Gago dieron una oportunidad a un Granero muy concentrado y que tuvo bastante culpa de la superioridad madridista en el centro del campo. Incluso hubo tiempo para poco habituales como Canales (que ya jugó unos minutos frente al Málaga) y el canterano Álex.

Si hay actitud como hoy y no cunde la desgana como en el primer tiempo en La Coruña, veo en la Liga una gran oportunidad para ir viendo que alternativas pueden resultar más provechosas al equipo para afrontar los partidos donde verdaderamente se va a jugar las habichuelas (Copa de Europa y la final de la Copa del Rey). No digo que tengamos que bajar los brazos y dejar de pelear por el campeonato, algo que sería impropio del Real Madrid, solo que no debemos presionarnos y sí disfrutar de estos pequeños descubrimientos que logremos jornada tras jornada. Y nadie sabe, lo mismo a los que ahora son líderes se les acaba la gasolina o los batidos mágicos y no es trabajo en vano.

En el plano institucional, la expresión "banco de pruebas" puede ser aplicada a la sección de baloncesto, por desgracia. Tal y como dije en los comentarios de la entrada anterior, considero que la dimisión de Ettore Messina es una muestra más de la debilidad de dos de las cabezas visibles de la casa blanca, el director deportivo Jorge Valdano y el presidente Florentino Pérez. El primero cada vez estorba más en la organización del equipo de fútbol y no se sabe que pinta en el de baloncesto. El segundo, ante la imposibilidad de cumplir su sueño de un Real Madrid en la NBA, jamás ha tenido una gran implicación con el deporte de la canasta. Los dos juntos han sido incapaces de darle lo que necesitaba al mejor entrenador de la órbita FIBA para montar una escuadra capaz de dominar Europa y, por si fuera poco, en su obsesión por quedar bien con los medios, ni siquiera le han demostrado su apoyo cuando este ha sido maltratado por los periodistas y acribillado por sus jugadores. La principal diferencia en estos momentos con el equipo de fútbol es que Mourinho tiene a sus jugadores con él a muerte, pero por lo demás... recemos por que no se tuerzan las cosas, porque sin Mou nos tocaría tragar con mediocres del gusto de la prensa como Míchel, por poner un ejemplo.

Soy el primero que se alegró de la segunda venida de Florentino. Sé que en estos momentos la supervivencia del club pasa por que sea él quien ocupe el cargo. Sin el en la presidencia estamos condenados a rufianes de la calaña de Calderón u otros por el estilo, todo caspa y mediocridad. Pero de tanto en cuando hay que recordarle que su crédito no es infinito, y que si apuesta por los mejores del mundo en los banquillos es para dejarlos trabajar.

Grazie mille, Ettore. Ni yo ni muchos madridistas de bien olvidamos que nos has abierto las puertas de la élite europea por primera vez desde 1996.

viernes, 4 de marzo de 2011

Que nos sigan picando

Foto: Realmadrid.com

Las ganas de quitarse el mal sabor de boca que dejaron los balones al palo contra el Deportivo pudieron a la pereza del fantástico horario impuesto por los imparciales amigos de Mediapro. 7 goles como siete soles para callar a tantos de esos oportunistas que disfrutan haciéndole la vida imposible a cualquier "sospechoso" de ser madridista, o simplemente a aquellos que defienden lo que es suyo, como José Mourinho. Un afectuoso saludo, o mejor que uno, siete, para el presidente de la diputación de Málaga, Pellegrini y todos los periodistas que trataron de desestabilizarnos y que hoy siguen buscando conflictos donde no los hay.

Por lo que he podido leer, volvió a resonar el cántico a favor del portugués en el Bernabéu, si bien esta vez hubo algún pito en su contra, obra sin duda de aquellos débiles mentales que se creen a pies juntillas la sarta de mentiras y ataques destinados a caricaturizar y destruir la imagen de nuestro entrenador. Lo que sí se oyó nítidamente en la grada y me encantó (no es la primera vez), fue el "periodistas, terroristas". Ese es el camino a seguir. Si atacan a Mou, nos están atacando a todos los merengues y por tanto debemos defendernos.

En cuanto a lo que se refiere estrictamente al partido, no tuvo historia. La intensidad del Madrid (se notó el descanso) fue grande durante los 90 minutos y el Málaga del triste Pellegrini se dedicó a ir recogiendo balones de dentro de su portería. Cómo buenas noticias, un Di María mucho más fresco que de costumbre, al que no le pesaron las piernas, que Benzema volvió a reencontrarse con el gol (pese a que sigue fallando algunas claras y marcando otras muy difíciles) y que Cristiano hizo lo propio en un partido en el que le vimos sin esa ansiedad que tanto daño le hace. Parecía muy seguro de sí mismo, sabía que no se tenía que preocupar porque iba a marcar y simplemente se dedicó a jugar como sabe. La nota negativa, una lesión que no le permitirá jugar el domingo, pero que en un jugador fuerte como él no creo que consiga apartarle de la vuelta de los octavos de la Copa de Europa contra el Lyon y, si me apuras, tampoco el partido de la semana que viene contra el Hércules.