jueves, 28 de abril de 2011

Stark Trek

Foto: Elgrafico.grupopublimetro.cl

Yo sabía que en España el funcionamiento de las cosas es surrealista, pero siempre lo achaqué a algo inherente a nuestro espíritu, con tanta estima por la corrupción y los tejemanejes oscuros. Pero lo de ayer me demostró que este es un virus que pudre por dentro a todo el balompié europeo. Pura ciencia ficción. Esto ya va mucho más allá de simple fútbol o de un equipo que gane, esto tiene que ver con un completo dominio de la situación en todos los ámbitos que te permite despreocuparte de todo y pone a tu rival constantemente en el alambre viéndoselas y deseándoselas para no ser linchado por hereje.

Una fidelidad a la causa inquebrantable por parte de los medios catalanes (ni el oficialista Granma cubano creo que sea tan fiel al régimen como RAC1, TV3, Sport, Mundo Deportivo, Ona FM y compañía a los azulgrana) acompañada del asequeroso e interesado veletismo de los madrileños. Una perfecta comunión con todos y cada uno de los organismos rectores, con gente como Villar que le debe a Gaspart y su club el asiento en UEFA y FIFA. Un miedo reverencial por parte de los mismos a que cualquier decisión suya o de sus colegiados, véase la vista gorda con la provocación de la tarjeta de Iniesta para pasar limpio de ronda (sancionada en los casos de Real Madrid y Villarreal) o el cambio de colegiado. Todo esto es el Barcelona.

Alguno dirá que no hicimos nada ayer. Pero la verdad es que el partido estaba yendo según nos convenía a nosotros, camino a un empate sin goles o a que alguna escapada nos pusiera en ventaja para dejar intactas nuestras posibilidades de cara a la que se preveía titánica batalla del Camp Nou. No en vano, la expulsión cortó el mejor momento de juego del Madrid y paralizó los cambios que podían haberle aportado otra cara arriba.

Esta gente juega con red desde hace años. Unas veces Orebvro, otras Bussaca, otras Stark... pero siempre aparece la mano amiga para allanarles el camino. Y lo peor no es eso, lo peor es que como te atrevas a dudar de su limpieza y su honestidad, por sucias que sean las cosas que hagan, eres tratado por poco menos que un inadaptado por parte de la masa lobotomizada para creerse el cuento de los amigos de los niños. Pepe es un asesino, Alves y Pinto unos santos simpáticos. Cristiano es un chulo, Piqué es simpático. Mourinho, por decir verdades como puños, es un maleducado, mientras que el hipócrita de Pep, que tras llorar a moco tendido ahora vuelve a no querer hablar de los árbitros, es un tipo muy humilde, ejemplo para la juventud. Puro dogma.

No sé el resto de madridistas pero yo digo basta. Me niego a claudicar ante la "realidad" que el Barcelona ha fabricado, esa que envalentona a gente que no ha visto más que cuatro partidos mal contados en su vida se atreva a llamarme ignorante en materia futbolística. A mi me aburre cantidad el estilo de toques inútiles del Barcelona y, en cambio partidos como el del Real Madrid el miércoles pasado me llegan al alma. Pero mientras yo tolero que ellos disfruten siendo vencedores morales si pierden y creen que han jugado bien, yo estoy obligado a besar por donde pisan hasta cuando nos roban descaradamente. Segundos antes de la entrada de Pepe exagerada por Alves, Mascherano hace una, más fuerte incluso, que el colegiado designado por la UEFA para no ofender a Guardiola solo consideró amarilla. No me lo trago. Este mes tres, partidos contra el Barcelona, tres en los que hemos acabado con diez jugadores.

Si Mou es un maleducado por contar las cosas como son, yo también lo soy. Esto apesta por todos lados y alguien tenía que decirlo.

martes, 26 de abril de 2011

No quedan caretas: a por el lobo

Foto: Fotolog.com/neko_jms

Anunciábamos ayer una ofensiva de declaraciones con ánimo desestabilizador previa al partido de ida de semifinales de Copa de Europa... pero creo que lo de ayer superó cualquier previsión.

Mourinho, en una nueva rueda de prensa magistral (si editara un dvd con las de está temporada, el Madrid se haría de oro), dejó bien claro algo que clama al cielo y que en este país de hipócritas nadie se había atrevido a criticar: no es de recibo decir que no se habla de los árbitros y luego montar la mundial cuando una decisión ACERTADA te perjudica. Por lo demás todo correcto, el portugués no dijo ninguna palabra más alta que otra e incluso rehusó entrar en la polémica generada por la bochornosa designación del alemán Stark como colegiado de la contienda por miedo a que se enfadaran en Barcelona.

Lo mejor de todo ha venido por la tarde, con la exhibición de furia de Guardiola. Desde su etapa como jugador no veíamos tan a las claras su faceta de gran manipulador. El chef Pep ha cocinado el plato preferido históricamente por los azulgranas: pollo al victimismo. Han salido a relucir argumentos ya clásicos como el supuesto madridismo de los medios de comunicación (confirmado: este hombre vive en Matrix) e incluso ha espolvoreado la receta con un poco de nacionalismo (bastante cursi, por cierto). Un día alguien me debería explicar a mí, gerundense de pro y merengue a morir, quién le ha dado permiso al Barcelona para apropiarse la representación de Cataluña.

No creo que al Bernabéu le hagan falta explicaciones para volcarse con el Real en un partido contra el máximo rival... pero desde aquí conmino a todos los hinchas merengues presentes en Chamartín a vestir sus gargantas de corto y tenerlas preparadas para luchar sobre el césped junto a nuestros guerreros como si no hubiera mañana. Las caretas han desaparecido, el lobo se ha quitado su otrora elogiada piel de cordero. A coger los garrotes, al monte y a por él.

lunes, 25 de abril de 2011

Oídos sordos

Foto: Que.es

No he tenido mucho en interés en comentar la goleada en Valencia tras el pasillo de campeones que nos dedicaron los locales porque ya sabéis lo que opino de esta adulterada Liga. El que con los suplentes fuéramos capaces de meterle seis goles al supuesto tercer mejor equipo de España es síntoma de que la diferencia entre los dos grandes y el resto es, hoy por hoy, abismal. El Real Madrid de Mou está sin duda alguna en el mejor momento de la temporada y ello coincido con los partidos en los que las distintas competiciones más le exigen. Con muchos no habituales y hasta algún canterano en el once, además del hándicap de una semana de esfuerzos y festejos tras la consecución de la Copa, demostramos que tenemos una plantilla de los más completa, con un fondo de armario preparado para suplir a la perfección posibles baja, sobretodo en ataque (el centro del campo ya es otro cantar). La actitud depredadora de Benzema, Kaká e Higuaín el sábado en Mestalla y la entrega del resto demuestran que desde el utillero hasta la más grande de las estrellas de la plantilla han asumido el compromiso con el equipo que predica el técnico de Setúbal.

Este hecho va a ser sin lugar a dudas la base sobre la que se sustentarán nuestras opciones de clasificarnos para la final de la Copa de Europa durante estas dos semanas. El Madrid se ha encontrado para el partido de ida con una baja mucho más sensible de lo que podíamos esperar, ya que visto lo visto en los últimos partidos, Khedira es una de las piezas fundamentales en esa presión asfixiante al centro del campo barcelonista. Pero tras lo de este fin de semana creo que el trabajo está hecho en la mente de los nuestros y salga Granero, Lass o el que sea puede que haya diferencias de calidad, pero no de entrega. Ídem para el sancionado Carvalho y su sustituto.

Lo que sí que hay que evitar por encima de todo ante esta eliminatoria es que nos llegue alguna interferencia en el plano psicológico que tan bien hemos preparado. Antes de la Copa ya hubo sospechosos intentos de dividir al madridismo, como un curioso artículo supuestamente obra de Alfredo Di Stéfano en el que, tras toda la campaña elogiando a Mourinho, el histórico astro hispano-argentino arremetía contra él en Marca. La próxima vez que cocinen mejor el plato en Unidad Editorial, porque este no nos hizo ni cosquillas.

Ahora las malas artes vienen desde Barcelona. Pep por fin se ha quitado la careta y de "no hablar de los árbitros" ha pasado a entrar a degüello, culpándolos de su derrota en la final de la Copa del Rey por pitar un fuera de juego muy al límite. Lo nunca visto, criticarlos por hacerlo bien. Eso por no hablar del último show de la UEFA, sí la misma confederación europea que hizo la vista gorda cuando Iniesta provocó tarjetas para pasar limpio a semifinales pero no dudó en sancionar a jugadores de Real Madrid y Villarreal por el mismo motivo. Los dirigentes del máximo organismo futbolístico continental no han dudado en atender a los lloros de Guardiola ante la posible designación de un colegiado portugués (aunque éste se llevara a matar con Mourinho) y han colocado a un alemán con fama de tarjetero. En Bwin ya se paga muy barato que más de un jugador madridista apercibido de sanción no pueda jugar la vuelta.

Todo esto, como no, ha ido revestido por la habitual capa de falsa humildad de los mismos que llevan meses menospreciándonos y haciendo bromitas acerca de su supuesta superioridad. Ahora resulta que "el Madrid es favorito". No cuela, os hemos calado. Un 10 por la actitud de todo el organigrama del Real, sin abrir boca ante las provocaciones azulgranas. Nosotros paso firme y mirada al horizonte: no hay mayor desprecio que no hacer aprecio.

jueves, 21 de abril de 2011

Sangre, sudor y Copa

Foto: Larazon.es

Escribo estas líneas con la dulce resaca de un triunfo histórico. Esta ansiada Copa del Rey, que nos llega 18 años después de que Butragueño y Lasa nos ayudaran a levantar la última, es histórica por razones mucho más poderosas que habérsela ganado al Barcelona. Ya les gustaría a ellos que nuestra vida girara entorno a la suya.

Pero antes de pasar al fondo, hablaré una poco de la forma. Del partido en sí. La primera parte del Madrid fue excelente, ahogando totalmente al Barcelona y haciendo inútil su posesión. Los mejores 45 minutos de la temporada: el equipo sabía en todo momento lo que debía hacer y nadie perdió su posición en el campo. Me encantó ver como los hombres que hacen funcionar los engranajes azulgranas (Xavi, Iniesta y Messi) eran anulados por la presión de la media merengue, que tuvo ayer un desgaste físico impresionante. Pepe volvió a estar soberbio jugando más adelantado, y a punto estuvo de ponernos por delante con un precioso cabezazo que el poste impidió que se convirtiera en el primer gol.

En la segunda parte a medida que pasaban los minutos se veía al Barcelona más insistente, haciendo que su aburrido juego de toque intentara poner en aprietos a la zaga blanca en más ocasiones. De hecho lo consiguieron, pues obligaron a Casillas a intervenir decisivamente diversas veces y en otra oportunidad solo la posición ilegal de Pedro evitó que un tanto subiera al marcador. Y es que la resistencia en partidos de tan alto nivel suele flaquear en un momento o otro, aunque nuestros rivales estuvieran, misteriosamente, frescos como rosas, siendo capaces de salvar saques de banda con grandes carreras en el minuto 90. Con algunas ocasiones salvadas por Pinto se llegó a la prórroga, en la que la batalla siguió con un Madrid igual de bien colocado pero dándolo todo también en ataque. En estas, cuando ya asomaba el final de la primera parte del tiempo extra, una perfecta combinación con Marcelo permitió a Di María superar a Alves y colocar en el área un exquisito centro que el mejor jugador del planeta, Cristiano Ronaldo, cabeceó al más puro estilo Santillana. 1 a 0 y a partir de ahí todos conocemos la historia: sufrimiento, control, estallido de alegría, Casillas alzando la Copa, un cuarto de millón de personas en Cibeles y, a modo de anécdota, el trofeo despeñándose y siendo atropellado por el autobús de la celebración.

Esta Copa es histórica, como decía al principio, porque no es otra cosa que una llave. Una llave que cierra una amarga etapa iniciado con el desastre de la temporada de Queiroz y el quiero y no puedo (pese a conseguir algunos títulos) que supusieron las siguientes. Esta temporada hemos roto ya con los ridículos impropios de un equipo del nivel del Real Madrid y a los que nos estábamos acostumbrando peligrosamente. Esta vez no nos dejamos tomar el pelo por un equipo semiprofesional en el torneo del KO nacional y en nuestra competición, la Copa de Europa, llegamos a semifinales con la posibilidad de pelear por un puesto en la gran cita de Wembley.

Esta llave abre a su vez una nueva puerta que conduce a un futuro esperanzador para los madridistas, en el que podamos ser testigos de como vuelven a reverdecer con esplendor nuestros laureles. Tras empezar la campaña con la intención de ir haciendo equipo y planteando como afrontar la siguiente con garantías de éxito, de la mano de Mou hemos logrado volver a creer en nosotros mismos (en tiempo récord) y hemos superado la primera de las grandes pruebas que el destino ha puesto frente a nosotros. Nos quedan dos combates más y no vamos a soltar el cinturón de campeón de los pesados con facilidad.

Felicidades a todos.

¡HALA MADRID!

martes, 19 de abril de 2011

20 de abril de 2011

Foto: QuHist.com

Vestuario visitante de Mestalla, 21:15 h.

PP: Tacosh afiladosh, lishtosh. Cinta a lo Kamikaze, lishta...

CR: ¿Alguien ha vishto mish botash? Eshtava confiante de que lash había dejado aquí enshima.

MÖ: Esztán ahí, en la otrra punta de la szala.

GH: Che, Fideo, ¿te pasaste otra vez el día sin comer? Te veo cara de hambriento, ja ja ja.

DM: ¡¡Andate a la verga, pelotudasso, ja ja ja!!

SR: Ozú, illo. ¿Tú has visto que ambientaso, colega? Me tiemblan las piernas y tó.

JM: ¿Temblores, hijo, temblores? Ese es el método que usa la historia para discernir a los hombres que merecen la gloria de los que no en las grandes ocasiones. ¿Piensas que cuando los soldados aliados se dirigían, en muchos casos a morir, a las playas de Normandía, no sufrieron todo tipo de temblores, calambres e incluso vómitos antes de entrar en combate? ¿Crees que más de uno no hubiera preferido volver a casa a pasar el resto de su vida tranquilamente con su familia? ¿Qué no hubo gente que maldijo la hora en que se enroló en aquel ejército del demonio justo antes de abandonar su barcaza? Claro que estaban nerviosos. Sabían que se enfrentaban a uno de los momentos clave de su vida y de la de millones de personas por las que luchaban. Pero una vez en tierra se acabó la incertidumbre: avanzaron con decisión frente al enemigo porque se sabían en el lado del bien, en el que tenía la posibilidad de reconducir la historia tras la crueldad y manipulación sin límites que habían puesto patas arriba el mundo desde hacía unos años. Y más valía dejar la vida por ese ideal que permitir que muchos otros sufrieran las consecuencias de una derrota.

Por eso, hijo mío, cuando saltes en unos minutos al campo no vas a tener ningún temblor. Porque sabes muy bien que perteneces a la estirpe de los que pelean con la verdad por delante, los que no han necesitado ningún chivo expiatorio para que sus hazañas brillen con luz propia. Sal ahí y pelea. Cada vez que te quedes sin aliento, echa un vistazo al fondo blanco de la grada y lo recobrarás. Cuando vayas a chutar la pelota, piensa en todos los que desde sus casas estarán apoyándonos de corazón y la potencia del disparo aumentará.

El miedo puede tenerse cuando se está solo y equivocado. Nosotros, pese a luchar contra todo y contra todos, somos millones y tenemos la razón de nuestra parte frente a la barbarie. Que tiemblen ellos.

Dedicado con todo el cariño a los que esta noche defenderán a sangre y fuego nuestro escudo. ¡HALA MADRID!

P. D.: ¿Cómo estáis viviendo las horas previas a la final de la Copa del Rey?

lunes, 18 de abril de 2011

Desde España con amor


Los cuatro partidos que viviremos este mes han trascendido mucho más allá de las fronteras españolas. El fútbol es sin duda el deporte más seguido del globo y estos enfrentamientos con mucho más que una simple rivalidad local en juego han disparado el interés por los duelos llegando incluso a países donde su popularidad se ve superada por otras especialidades, como es el caso de Estados Unidos. De ahí la importancia de que el Real Madrid afronte con la máxima seriedad estas batallas contra su eterno enemigo. El respeto del mundo entero está en juego, si ganamos, nadie reparará en como se hizo.

Raphael Minder, corresponsal para España y Portugal del International Herald Tribune (edición global del New York Times), se puso en contacto conmigo para que le comentara las sensaciones de los hinchas madridistas de cara a este loco mes de abril, con el objetivo de completar su artículo "Madrid-Barcelona: four times a soccer classic" .

La opinión que le hice llegar, y que me parece que la gran mayoría de merengues compartiréis, es que se trata de una ocasión muy distinta de las vividas recientemente. Este Madrid ya no es aquella institución ruinosa social y deportivamente que gobernaba Calderón, ni tiene en el banquillo a un pusilánime al que la prensa pueda mangonear a su antojo. Estamos listos para el combate y muy motivados.

La petición de colaboración de Minder viene a raíz de un correo electrónico que le dirigí, hará cosa de un año, con el objetivo de hacerle llegar en nombre de mis compañeros de Fans del Real Madrid y el mío propio unas observaciones acerca de algunas afirmaciones presentes en un artículo suyo sobre el fútbol español, en el que se relacionaba erróneamente al régimen de Franco con nuestra institución. Este señor nos respondió con celeridad disculpándose por su error y asegurando que su artículo no tenia la intención de ofender a los seguidores blancos. Nos convencieran o no sus palabras, esta actitud me mostró que fuera de España en esta profesión se está a años luz de los modales de niños mimados de muchos periodistas patrios (conozco muchos seguidores que han sido bloqueados en Twitter por soltarles verdades incómodas) y que la leyenda negra sobre el Madrid y la dictadura esparcida por la propaganda barcelonista ha calado hondo hasta en el extranjero. Y luego vendrán quejándose de que haya la más mínima sospecha de la limpieza de sus triunfos, cuando ellos llevan gritando falsedades a pleno pulmón desde hace 40 años.

domingo, 17 de abril de 2011

Presentando armas

Foto: Realmadrid.com

Mourinho planteó ayer el partido como lo que era, la antesala de una gran final. No se podían hacer locuras que comprometiesen el partido del miércoles ni tampoco dejar que fuese un paseo militar para los visitantes, nobleza obliga. Y más o menos ese fue el guión.

En la primera parte el Madrid destacó por su excelente colocación sobre el césped y la asfixiante presión en el centro del campo, muy reforzado por la presencia de Pepe en el mismo. El portugués dominó a la perfección su radio de acción y puso las cosas muy difíciles al centro del campo azulgrana. Por si fuera poco, fue el vivo ejemplo de la actitud y el autocontrol con la que se tienen que afrontar estos partidos: con sangre en el ojo y sin conocer a nadie durante los 90 minutos. Antológica su bronca a Messi tras su humilde gesto de dar un pelotazo intencionado a varios espectadores del Bernabéu.

Ahora que mencionamos al público, parece que algo se le ha conseguido educar. Ayer hubo muchos minutos de riesgo tras el 0-1 y la expulsión, el Madrid se vio obligado a emplear unos minutos en recomponerse y el Barcelona aprovechó para sobar el balón de una punta a otra del campo, sin demasiado peligro, todo hay que decirlo. Lo normal en esas situaciones es que empiece a escucharse un murmullo de desaprobación y al poco empiecen los pitos de los entendidos de siempre, pero ayer se oyó a Chamartín apoyar a su equipo cuando peor lo pasaba, refrendando las buenas sensaciones de las últimas semanas en cuanto a la salud del madridismo de grada.

Los cambios ayudaron a que el Real no se estancara. La entrada de Özil (suplente a todas luces para tenerlo al 100% en Mestalla), le dio nuevos bríos al equipo, y en estas que tanto esfuerzo con un hombre menos tuvo su recompensa con un penalti sobre Marcelo. 1-1 y gol de Cristiano, que se quitó así de encima la estúpida presión que la prensa le quería echar encima por no haber logrado nunca un tanto contra los azulgranas. Pese a provocar unos minutos de nerviosismo al final entre el enemigo, la cosa quedó ahí y ambos equipos se repartieron los puntos. La Liga estaba ya perdida desde el día del Sporting, quizás antes por la corrupción que pudre las entrañas del campeonato, así que tampoco es para echarse las manos a la cabeza. Todos hubiéramos estado mucho más contentos con la victoria, pero dadas las características del partido (40 minutos con 10), quedémonos con el hecho de haber plantado cara sin necesidad de descubrir la totalidad de nuestras cartas antes de la final de Copa.

Hablaba el viernes de lo acontecido en la polémica rueda de prensa de Karanka, pero la de ayer es para grabarla y archivarla en la sección de grandes clásicos de la historia del Real Madrid. Mou se negó a hablar con los medios de los periodistas que el día anterior habían menospreciado a su segundo a menos que fuera el propio director el que preguntara. Los hay que si no es así no aprenden. Hacía años que nuestros entrenadores deberían haber reclamado el respeto que merecen.

Otro tema que también trató el luso fue el arbitraje. Pese a que muchos quiseron desplazar la polémica a supuestos penaltis a Villa, existentes solo en su perturbada imaginación, lo cierto es que lo que clamó al cielo fue la diferencia de criterios. Mientras que Albiol es expulsado inmediatamente tras agarrar a Villa, Alves no corrió la misma suerte tras cometer un penalti. No es ya que no viera una roja directa que hubiera dejado a uno de los pilares de la defensa barcelonista fuera de combate para el miércoles, es que teniendo una amarilla ya... ¡Muñiz no tuvo lo que hay que tener para sacarle otra! No es de extrañar el enfado de nuestro técnico. La historia de las expulsiones nunca se vuelve en contra del Barcelona, ni por casualidad, y esto ya huele.

No vi a un Barcelona tan distinto al de otras veces. Este año seguí su partido contra el Hércules en Alicante y fue muy parecido: mucha posesión, infinitos pases de una banda a otra y en ese caso tres goles en las tres o cuatro ocasiones claras que le permitió un rival netamente inferior. Ayer tenían un señor equipo enfrente, pero aún así el jugar 11 contra 10 les dio mucho oxígeno. No les veo con tanto margen de maniobra para cambiar su juego como el que posee el Madrid, que podrá poner más intensidad a la novedosa disposición táctica de ayer, aplicarse en ataque y no reservar absolutamente nada.

viernes, 15 de abril de 2011

Para encendernos un poquito

Foto: Dgpaintings.com

En la rueda de prensa de esta tarde, Mourinho ha dado por comenzadas las hostilidades de estas semanas de guerra contra El Mal, extendiendo los frentes de lucha hacia la prensa que no ha parado de intentar torpedear el proyecto desde el primer día, esa misma que en caso de victoria habría tardado segundos en subirse al carro. Primero se anunció que el portugués no iba a comparecer en rueda, pero llegado el momento Mou asistió a la misma para sentarse junto a Aitor Karanka y permanecer callado mientras su segundo respondía a los periodistas. Bueno, mientras respondía a los que quedaron (extranjeros la mayoría), ya que los representantes de los medios nacionales consideraron una ofensa a su profesión "y a los aficionados del Real Madrid" la actitud del portugués. Pues sintiéndolo mucho (bien pensado, sin sentirlo) he de decir que van muy errados. La inmensa mayoría del madridismo está con su entrenador y aplaude su comportamiento. Ya era hora de que alguien les apretara las clavijas a esta gente que vive del club y encima lo critica hasta porque no le gusta el color de las redes de las porterías. Ale, a reírles las gracias a sus amiguitos los humildes. Y si se ponen farrucos, entrenamientos a puerta cerrada y les quitamos los derechos de vender la riñonera del Real Madrid. A ver cuantos periódicos vendían entonces.

Para cerrar y que vayáis entrando en calor para mañana, os dejo con algunas de las mejores frases que nos han dedicado nuestros amigos de Barcelona en las última, desde la humildad y el ingenio, claro está:

  • "Pronostico un 5-0 en la final de Copa, para no perder la costumbre"
Sandro Rosell (Presidente del Barcelona)
  • "Rosell debería haber apostado por un 14-0"
Joan Gaspart (vicepresidente de la RFEF)
  • "¿Las victorias del Real Madrid eran en blanco y negro o en color?"
Victor Valdés (jugador del FC Barcelona)
  • "Ganando al Shaktar estamos en la final"
Pep Guardiola (entrenador del FC Barcelona)

Y si todavía esto no basta para que mañana a las 22 h. tengáis la "mirada del tigre", aquí os dejo un excelente artículo de Fans del Real Madrid en el que se desenmascaran los insultos y descalificaciones proferidos contra nuestro club por Víctor Lozano (presente en Twitter como @victorlozano73 , por si queréis hacerle una visita), "periodista"del diario gratuito Gol de la capital catalana.

Los jugadores deberían leérselo 5 minutos antes de saltar al césped. Seguro que salían mucho más motivados, es canela fina.

miércoles, 13 de abril de 2011

Se-mi-fi-na-lis-tas

Foto: Abc.es

Esta noche después del partido he puesto unos segundos la radio para ver si escuchaba alguna declaración de Mou o de los jugadores después de clasificarnos para semifinales de la Copa de Europa por primera vez desde 2003. Mi gozo en un pozo. Los 10 segundos que he aguantado solo he escuchado alabanzas a Raúl. Qué tormento y qué cruz tenemos los merengues con algo más de dos dedos de frente con este indviduo, incluso ahora que ya no está. Parece que no haya habido otro delantero en la historia del Real Madrid. He oído a supuestos "merengues" decir que eran por encima de todo "raulistas" y que en una hipotética final contra el Schalke 04 apoyarían al conjunto alemán. Les hago llegar una noticia de última hora a todos ellos: NI SON MADRIDISTAS NI SON NADA.

Cerrado este tema, que me repugna, paso a lo relevante. Visto el ritmo del partido quizás uno o dos suplentes más no hubieran desentonado. Aún así excelentes los minutos de rodaje para Kaká y Benzema (menudos toques de clase de Karim). Marcelo viniendo desde más atrás crea bastante más peligro que jugando exclusivamente de la mitad para arriba. Como anécdota quedarnos con el fallo de Gomes en el gol de Cristiano, provocado en parte por los 105 km/h alcanzados por el disparo del portugués.

Algunas alarmas han saltado entre los aficionados blancos al recibir Ricardo Carvalho una tarjeta amarilla que le hará perderse la ida de las semifinales contra el Barcelona en el Bernabéu. Yo no lo calificaría de estado de alerta. La baja de Carvalho es bastante sensible (es uno de los baluartes de la defensa), pero deja abierta la puerta a una variante que puede resultar muy beneficiosa para el equipo. Todos sabemos que Ramos, pese a ser un jugador apañadete, no pasa de eso, y que contra el Barcelona más de una vez nos ha obsequiado con exhibiciones de como no debes defender. Hay noches que tengo pesadillas en las que el sevillano se evapora de su banda, como suele hacer, y deja puesta una alfombra roja para que el extremo llegue a la portaría. Temo más a Sergio que al Barcelona. La única forma que parece haber para contenerlo y que no se le vaya la cabeza atacando es tenerlo amarrado como central, sitio donde solía cumplir hace algunas temporadas. Con un poco de suerte en la ida le sacarán una tarjeta y para la vuelta podremos disponer de una zaga compuesta por Arbeloa, Pepe, Carvalho y Marcelo.

Debemos estar alegres. Hemos hecho hasta el momento una temporada muy buena para un equipo que se está gestando y nos hemos ganado la posibilidad de batallar por ponerle un broche de oro con varios títulos. El rival: pues nada más y nada menos que El Mal hecho fútbol. Una broma pesada de club que no se conforma con ganar, sino que encima tiene que imponer una especie de superioridad moral estomagante. Una ley no escrita prohibe lanzarles críticas o sospechar de su limpieza. A nosotros y a nadie más nos toca pararlos: hay que cortarle la cabeza a la bicha. Ahora más que nunca, sí, hala Madrid.

lunes, 11 de abril de 2011

Fe y orgullo


Del partido en Bilbao de ésta, nuestra hedionda y corrupta Liga, comentaré poca cosa. Quizás que Mourinho ha entendido bien que para estos momentos tan importantes de la temporada hay que tener equipos de 25 y no de 11. Buena noticia el volver a tener pequeñas satisfacciones con Kaká, que gente como Garay volviera a disponer de minutos y que Di María hiciera gala una vez más de su pillería para provocar dos penaltis en el área de unos chicarrones del norte a los que ya les gustaría que la mala leche que gastan (más o menos la misma que su hinchada) sirviera para algo más que para ver como Cristiano convierte el hacer un gol en un juego de niños.

La gran noticia para el Real Madrid este fin de semana provino nuevamente de una sección de baloncesto en la que se empiezan a respirar nuevos aires y a creer en nuestras propias posibilidades. El equipo blanco batió al Barcelona por 77-72 e igualó así a 23 victorias en la clasificación de la Liga ACB, la lucha por el primer puesto que otorgue factor cancha favorable en todas las hipotéticas rondas de las eliminatorias por el título se prevé encarnizada. Nueva mención de honor para la Caja Mágica. Pese al boicot de las televisiones programando el partido de baloncesto a la misma hora que el fútbol, más de 10.000 gargantas madridistas volvieron a llevar en volandas al equipo y de paso le recordaron al enemigo donde vamos a ir a jugar la Final Four a principios de mayo.

A continuación podría meterme de lleno a analizar el próximo duelo ante el Tottenham o a caso los cuatro presumibles partidos contra el Barcelona de este mes, pero visto que en el primer caso a poco que el Madrid respete a los londinenses y no se deje ir demasiado la cosa está bastante bien encarrilada, y sobre el segundo los artículos, tertulias, reportajes y demás producción audiovisual y escrita nos van a salir por las orejas en las próximas semanas, mejor hablaré de mi libro, al más puro estilo Umbral.

Hablo de mi libro porque el ejemplar que esta tarde he encontrado en mi casa misteriosamente es ahora de mi propiedad, no porque lo haya escrito yo. La obra en cuestión se titula "Biblia del Real Madrid", ha sido escrita por Luís Miguel Pereira, con presentación de Alfredo Di Stéfano y prólogo de José Mourinho. Se trata de un compendio de datos, curiosidades, anécdotas e incluso cánticos acerca del club más importante de la Tierra. Apenas 200 páginas pero muy densas, con bastantes "chucherías" para la gente que adora saber hasta el más mínimo detalle del equipo de sus amores. La información es bastante fidedigna, apenas un par de confusiones sin importancia, y los que aún tenemos recelos de Raúl podremos leerlo sin temor a empezar a oler a pipas. Las referencias que a él se hacen son la mayoría tratándolo como lo que es, historia, oséase pasado.

Cuando yo tenia unos diez años me empecé a interesar por el fútbol y tenía interés por saberlo todo acerca del Real Madrid. Reconozco que siempre me ha apasionado la historia, en especial la del siglo XX y la evolución del balompié en España y en el mundo ofrecía una conexión de lo más interesante. Sé que soy un tipo raro con ganas, que pocos niños de esa edad le pedirían a su padre que les trajera un libro sobre la historia del Real Madrid como souvenir de un viaje de negocios a la capital, pero aún me siento orgulloso de aquellos dos tomos encuadernados en algo parecido a la piel (blanca por supuesto) que costó Dios y ayuda encontrar. A ello y a las entonces potables Guías de la Liga del Marca, debo todas mis nociones de cultura futbolística.

En una época como la actual, en la que leer gusta poco y mucho menos a las nuevas generaciones, un libro como esta "Biblia del Real Madrid" puede ser muy útil para el padre que vea en su hijo inquietudes entorno al balón y desee que en el futuro no sea un analfabeto funcional como aficionado. Y es que es vergonzoso ver como muchos jovencitos de las nuevas hornadas de madridistas se acostumbran a un papel sumiso respecto a otros equipos que gozan de inmunidad mediática únicamente porque el Madrid acumule alguna mala racha. La institución debería hacer más por divulgar su gloriosa historia, los logros que lo alejan de cualquier otro club del mundo y nos deberían espolear para, en momentos como las importantes citas que se avecinan, tratar de emularlos.

jueves, 7 de abril de 2011

¡Víven!

Foto: Realmadrid.com

Los chicos de la petanca aérea del Real Madrid dieron una exhibición de casta, coraje, calidad y ganas y consiguieron dar carpetazo de una vez por todas a la eliminatoria de cuartos de final ante el Power Electronics Valencia. El equipo estuvo enorme, se sobrepuso al arreón inicial del conjunto naranja y anuló a jugadores claves en los anteriores enfrentamientos, como por ejemplo Cook o De Colo. Del Madrid, pese a que creo que es un chaval que aún nos tiene que dar sus mejores años, me quedo con Suárez. Puro ejemplo del madridismo sentido (de familia merengue al 100% pese a proceder de Estudiantes, tiene un hermano en el Real Madrid C de fútbol) y acompañado de calidad. Da gusto tener a este tipo de jugadores en el club, gente que siente mucho los colores y son superclases en su trabajo. Pero debemos recordar, sobretodo que el rendimiento y la segunda faceta de Carlos es lo que le habilita para jugar en el Real Madrid, no solo el amor por el escudo. No está de más decirlo, sobretodo si tenemos presente como se han arrastrado durante años algunas viejas glorias antes de que alguien tuviera el valor de echarlas.

Otro apunte que quiero hacer acerca de esta clasificación para la Final Four es que sin año y medio de trabajo de Messina en el banquillo madridista, el Real Madrid no estaría hoy en el lugar que está. Lograr un objetivo que la entidad llevaba buscando tres lustros sin descanso es como para valorar la labor del italiano y reconocer las bases sobre las que sus discípulo y amigo Molin ha guiado al equipo para superar esta dura prueba. Grazie, Ettore.

A esta fase ya no llega cualquiera. Habrá muchos títulos sobre la cancha. 3 mastodontes europeos de siempre (Real Madrid, Maccabi Tel Aviv y Panathinaikos) y el gran dominador de la pasada década del baloncesto italiano. Pero nada nos debe intimidar, ni siquiera un PAO que llega a Barcelona exultante y con Diamantidis en estado de gracia. Pese a los años de letargo, cuando miran quien es el que más Copas de Europa, aún tienen que levantar la cabeza. Sí, también en baloncesto. Eso debería ser suficiente acicate para que los nuestros se dejen la piel sobre la pista e intenten emular a sus predecesores ganando por novena vez la competición.

En cuanto al madridismo de grada... decir que en esta semana lo he visto resucitar tras la pobrísima. Primero fue el martes en el Bernabéu, logrando que los cánticos fueran más sonoros que el crujir de las pipas por primera vez en años. Y luego lo de este jueves mágico en la Caja Mágica. Oír a 12.000 madridistas dejándose la voz, incluso durante los tiempos muertos, me ha emocionado. Y me consta que ha habido jugadores, como Tucker, que no han podido contener las lágrimas por la emoción al final del partido. Hemos demostrado que los aficionados blancos podemos ser tan fieros cómo cualquiera. Ahora solo nos falta querer.

martes, 5 de abril de 2011

Cómo no te voy a querer

Foto: Pilar Sola

Por primera vez esta temporada la afición del Bernabéu cumplió, durante muchas fases del partido, con el papel de un grupo de hinchas que se precie de llamarse como tal. El público de los partidos europeos suele estar compuesto por muchos no habituales al coliseo del Paseo de La Castellana, con bastante más ganas de animar y dar alas al equipo. Si ahora conseguimos que sean capaces de no abandonar el estadio antes del final o de cantar también un día en el que no goleemos, se habrá dado un gran paso para recuperar el ambiente en Chamartín. Al que diga que los equipos grandes no tienen hinchadas tan calientes, les recomiendo que se vean algún partido de la Bundesliga y observen, por ejemplo, a la del Borussia Dortmund (líder del campeonato y en su día campeón de Europa) en el Westfalen Stadion. Canela fina.

Los jugadores también cumplieron con creces. Mou sabía bien que por nada del mundo iba a por un 0-0, por mucho que lo dijera. De lo contrario no habría arriesgado con la participación de Marcelo (esa samba ahí arriba le viene de perlas al equipo, como desatasca el ataque) y Cristiano Ronaldo (pese a no ser su mejor partido, siempre aporta y se reencontró con el gol). Pero tampoco creo yo que el portugués esperase pasar por encima de esta manera a un equipo capaz de plantar cara, entre otros conjuntos esta temporada, a Inter y Milan.

Y es que a todos nos ha sorprendido la recuperación de Adebayor, que ha pasado de villano a héroe en cuestión de horas. Hoy más que nunca, el aprovechamiento de sus centímetros (de altura, no penséis mal je je) ha resultado fructífero para el equipo. Memorable ese centro altísimo de Lass que ha convertido en una ocasión con un salto impresionante. Su juego combinando de espaldas también me ha gustado. Espero que esto sea un punto de inflexión y tengamos al togolés como pieza clave, sea titular o no, en lo que queda de temporada. A veces en este club nos olvidamos de la paciencia. Marcelo, Higuaín y Benzema pasaron también por fases en las que recibían un palo tras otro y hoy no hay quien les tosa. Pese a que soy de los que más aguante tiene en este aspecto, reconozco que yo también me acordé de la togolesa familia de Emmanuel cuando falló aquella contra el Sporting. Así que hoy no me tiemblan las manos para escribir sobre su gran partido de hoy y reconocer que no hay que precipitarse con nadie.

Sobre el juego, me disgustaron algunas lagunas de intensidad que permitieron a los británicos parecer más peligrosos de lo que en realidad fueron. Sergio Ramos, pese a que contuvo bastante bien a Bale, ha vuelto a volatilizarse en defensa en más de una ocasión. La segunda parte fue sin duda la mejor, consiguiendo encerrarlos en su mitad del campo. No les recuerdo ni un acercamiento al área de Casillas en los últimos 45 minutos.

Tras el partido, ha habido periodistas que rápidamente se han apresurado a quitarle mérito a la victoria, aludiendo a que el Tottenham era un equipo pequeño (otros de la Europa del Este, en cambio, son la reencarnación del Brasil del 70) o a que nos vimos favorecidos por la tempranera expulsión de Crouch. Curiosamente todos estos periodistas eran de medios españoles. Tanto en Inglaterra como en Francia e Italia se incidía en que los Spurs se vieron superados por un gran Real y en lo poco hábil que fue Crouch en la segunda amarilla haciendo una innecesaria entrada. Qué país...

No quisiera para nada faltarle el respeto al conjunto londinense, pero salvo hecatombe estilo Pearl Harbour tenemos un pie y tres cuartos del otro en semifinales. Vernos con tan buenas impresiones en el ecuador de los cuartos de final de la Copa de Europa es algo que no sucedía desde 2003, cuando ganamos por 3-1 la ida de los mismos al Manchester United. No estaría de más que alguien reconociera ya, independientemente de como acabe el mes, que Mourinho ha hecho una gran labor para recuperar al mejor Real Madrid. No es fácil hacer lo que está haciendo con un equipo al que le falta bastante trabajo psicológico para saber lo que va acabar siendo: una de las escuadras más temibles del mundo.

lunes, 4 de abril de 2011

Al filo de la navaja

Foto: mas.lne.es

Son muchos los errores cometidos por el Madrid en el último lustro y los paga viéndose obligado a vivir al límite incluso cuando no hace las cosas mal, como en esta temporada.

El año pasado, tras una derrota como la del sábado contra el Sporting, hubiéramos dicho adiós a cualquier posibilidad de título. Éste, pese a tener un equipo joven que necesita ensamblarse y acabar de añadirle algunas piezas para acabar siendo una auténtica apisonadora, nos encontramos que tras despedirnos de la Liga (salvo sorpresa mayúscula) estamos en la final de Copa y en Europa no hemos dicho ni mucho menos nuestra última palabra.

Con un total de 35 victorias en 46 partidos oficiales, uno de los porcentajes más elevados de todo el continente, nos encontramos a 8 puntos del primer clasificado de un campeonato en el que lo teníamos todo en contra. Hemos luchado mano a mano contra un producto acabado desde finales de 2004, que cuenta con la totalidad de los medios y el buenismo nacional a su favor por razones morales (lo que habla de lo pobre que es nuestro país en ese campo). Hemos acumulado un ritmo de partidos demencial en el que curiosamente siempre se nos ha escamoteado el día de descanso que a otros se les proporciona, lo que naturalmente ha provocado fallos en el rendimiento físico de los jugadores y bajas, como en cualquier equipo mortal que no tome "batidos mágicos" de pescado.

No le demos más vueltas, hemos dicho adiós a uno de las Ligas más adulteradas, tendenciosas y con más sospechas acerca de su limpieza de siempre. El gol de Piqué acomodándose el balón con el antebrazo, justo el sitio donde nos pinchan al hacernos un análisis, es la viva estampa de lo podrido que está el fútbol español. Que les aproveche el título.

Del partido contra el Sporting poco que decir. Horrendo es poco. Motivación cero y muchos suplentes defraudando el día que tenían que decir aquí estoy yo. Los gijoneses se cerraron bien (Preciado no es santo de mi devoción, pero ha sabido sacarle jugo a un equipo tan limitado) y el Madrid solo apretó cuando el tiempo se le echaba encima, pero el guardameta rojiblanco abortó cualquier atisbo de esperanza. Las bajas pesaron más de lo que deberían, lo que nos habla de que hace falta reforzar algunos puestos este verano. Por ejemplo, es indigno que en cuanto Xabi Alonso pille el más mínimo resfriado nuestro centro del campo sea un desbarajuste. Aunque ahora hay que apechugar con lo que se tiene y lograr con ello todo lo que se pueda.

Otro que me decepcionó horrores fue el público del Bernabéu. Existe la odiosa tradición de que los socios abandonen sus asientos, "para no pillar atasco" minutos antes del final del partido, pero que cuando el equipo más necesitaba el calor del público se encontrara con la frialadad del plástico en las gradas, no debió resultar nada gratificante para los jugadores. No es la primera vez que pasa. Al público de Chamartín se le ha convencido de que es el más entendido del mundo y es una burda mentira. Una masa de aficionados entendidos sabría cuando es necesario apoyar más que nunca a tu equipo: cuando las cosas van mal. Que el club tenga que hacer vídeos para motivar a la gente de cara a la eliminatoria ante el Tottenham en lugar de ser al revés...

Hablando del duelo europeo contra los londinenses, Mou correrá el riesgo de recuperar a los tocados Marcelo y Cristiano para la ida. Visto lo del sábado, los necesitamos como el comer para que aporten esa chispa que encienda el juego del equipo y le den la electricidad que requiere su ataque, pero sigue siendo un riesgo que puedan acabar de romperse con este abril tan decisivo que se nos viene encima.

Este abril "peligro" va a ser nuestro segundo nombre y el que no esté dispuesto a arrancar de su diccionario la hoja en la que aparece la palabra "cobardía", que se borre.