Escribo estas líneas con la dulce resaca de un triunfo histórico. Esta ansiada Copa del Rey, que nos llega 18 años después de que Butragueño y Lasa nos ayudaran a levantar la última, es histórica por razones mucho más poderosas que habérsela ganado al Barcelona. Ya les gustaría a ellos que nuestra vida girara entorno a la suya.
Pero antes de pasar al fondo, hablaré una poco de la forma. Del partido en sí. La primera parte del Madrid fue excelente, ahogando totalmente al Barcelona y haciendo inútil su posesión. Los mejores 45 minutos de la temporada: el equipo sabía en todo momento lo que debía hacer y nadie perdió su posición en el campo. Me encantó ver como los hombres que hacen funcionar los engranajes azulgranas (Xavi, Iniesta y Messi) eran anulados por la presión de la media merengue, que tuvo ayer un desgaste físico impresionante. Pepe volvió a estar soberbio jugando más adelantado, y a punto estuvo de ponernos por delante con un precioso cabezazo que el poste impidió que se convirtiera en el primer gol.
En la segunda parte a medida que pasaban los minutos se veía al Barcelona más insistente, haciendo que su aburrido juego de toque intentara poner en aprietos a la zaga blanca en más ocasiones. De hecho lo consiguieron, pues obligaron a Casillas a intervenir decisivamente diversas veces y en otra oportunidad solo la posición ilegal de Pedro evitó que un tanto subiera al marcador. Y es que la resistencia en partidos de tan alto nivel suele flaquear en un momento o otro, aunque nuestros rivales estuvieran, misteriosamente, frescos como rosas, siendo capaces de salvar saques de banda con grandes carreras en el minuto 90. Con algunas ocasiones salvadas por Pinto se llegó a la prórroga, en la que la batalla siguió con un Madrid igual de bien colocado pero dándolo todo también en ataque. En estas, cuando ya asomaba el final de la primera parte del tiempo extra, una perfecta combinación con Marcelo permitió a Di María superar a Alves y colocar en el área un exquisito centro que el mejor jugador del planeta, Cristiano Ronaldo, cabeceó al más puro estilo Santillana. 1 a 0 y a partir de ahí todos conocemos la historia: sufrimiento, control, estallido de alegría, Casillas alzando la Copa, un cuarto de millón de personas en Cibeles y, a modo de anécdota, el trofeo despeñándose y siendo atropellado por el autobús de la celebración.
Esta Copa es histórica, como decía al principio, porque no es otra cosa que una llave. Una llave que cierra una amarga etapa iniciado con el desastre de la temporada de Queiroz y el quiero y no puedo (pese a conseguir algunos títulos) que supusieron las siguientes. Esta temporada hemos roto ya con los ridículos impropios de un equipo del nivel del Real Madrid y a los que nos estábamos acostumbrando peligrosamente. Esta vez no nos dejamos tomar el pelo por un equipo semiprofesional en el torneo del KO nacional y en nuestra competición, la Copa de Europa, llegamos a semifinales con la posibilidad de pelear por un puesto en la gran cita de Wembley.
Esta llave abre a su vez una nueva puerta que conduce a un futuro esperanzador para los madridistas, en el que podamos ser testigos de como vuelven a reverdecer con esplendor nuestros laureles. Tras empezar la campaña con la intención de ir haciendo equipo y planteando como afrontar la siguiente con garantías de éxito, de la mano de Mou hemos logrado volver a creer en nosotros mismos (en tiempo récord) y hemos superado la primera de las grandes pruebas que el destino ha puesto frente a nosotros. Nos quedan dos combates más y no vamos a soltar el cinturón de campeón de los pesados con facilidad.
Felicidades a todos.
¡HALA MADRID!
Pero antes de pasar al fondo, hablaré una poco de la forma. Del partido en sí. La primera parte del Madrid fue excelente, ahogando totalmente al Barcelona y haciendo inútil su posesión. Los mejores 45 minutos de la temporada: el equipo sabía en todo momento lo que debía hacer y nadie perdió su posición en el campo. Me encantó ver como los hombres que hacen funcionar los engranajes azulgranas (Xavi, Iniesta y Messi) eran anulados por la presión de la media merengue, que tuvo ayer un desgaste físico impresionante. Pepe volvió a estar soberbio jugando más adelantado, y a punto estuvo de ponernos por delante con un precioso cabezazo que el poste impidió que se convirtiera en el primer gol.
En la segunda parte a medida que pasaban los minutos se veía al Barcelona más insistente, haciendo que su aburrido juego de toque intentara poner en aprietos a la zaga blanca en más ocasiones. De hecho lo consiguieron, pues obligaron a Casillas a intervenir decisivamente diversas veces y en otra oportunidad solo la posición ilegal de Pedro evitó que un tanto subiera al marcador. Y es que la resistencia en partidos de tan alto nivel suele flaquear en un momento o otro, aunque nuestros rivales estuvieran, misteriosamente, frescos como rosas, siendo capaces de salvar saques de banda con grandes carreras en el minuto 90. Con algunas ocasiones salvadas por Pinto se llegó a la prórroga, en la que la batalla siguió con un Madrid igual de bien colocado pero dándolo todo también en ataque. En estas, cuando ya asomaba el final de la primera parte del tiempo extra, una perfecta combinación con Marcelo permitió a Di María superar a Alves y colocar en el área un exquisito centro que el mejor jugador del planeta, Cristiano Ronaldo, cabeceó al más puro estilo Santillana. 1 a 0 y a partir de ahí todos conocemos la historia: sufrimiento, control, estallido de alegría, Casillas alzando la Copa, un cuarto de millón de personas en Cibeles y, a modo de anécdota, el trofeo despeñándose y siendo atropellado por el autobús de la celebración.
Esta Copa es histórica, como decía al principio, porque no es otra cosa que una llave. Una llave que cierra una amarga etapa iniciado con el desastre de la temporada de Queiroz y el quiero y no puedo (pese a conseguir algunos títulos) que supusieron las siguientes. Esta temporada hemos roto ya con los ridículos impropios de un equipo del nivel del Real Madrid y a los que nos estábamos acostumbrando peligrosamente. Esta vez no nos dejamos tomar el pelo por un equipo semiprofesional en el torneo del KO nacional y en nuestra competición, la Copa de Europa, llegamos a semifinales con la posibilidad de pelear por un puesto en la gran cita de Wembley.
Esta llave abre a su vez una nueva puerta que conduce a un futuro esperanzador para los madridistas, en el que podamos ser testigos de como vuelven a reverdecer con esplendor nuestros laureles. Tras empezar la campaña con la intención de ir haciendo equipo y planteando como afrontar la siguiente con garantías de éxito, de la mano de Mou hemos logrado volver a creer en nosotros mismos (en tiempo récord) y hemos superado la primera de las grandes pruebas que el destino ha puesto frente a nosotros. Nos quedan dos combates más y no vamos a soltar el cinturón de campeón de los pesados con facilidad.
Felicidades a todos.
¡HALA MADRID!
HALA MADRID!!!
ResponderEliminarMaría_Lara:
ResponderEliminarBueno Fran, antes de nada: ¡HALA MADRID!
Como sabes no he sido nunca una aficionada al fútbol, todavía hoy no entiendo el "fuera de juego" y supongo que mi cerebro, femeninísimo en ese aspecto, tiene mucho que ver...pero quiero que sepas que con seguidores como tú, te dan ganas de saber de fútbol y, epecialmente, del Madrid.
Cuándo me preguntan de qué equipo soy, aunque no soy una encarnizada aficionada, insisto, siempre digo que del Madrid y, tengo muy claro que has sido tú el que me ha hecho tener esa sensación... Desde enano coleccionando cromos y todos los objetos habidos y por haber con el escudo madridista!(Lo de la ropa interior y las pantuflas es demasié!)
Me encanta ver que aficiones sanas como la tuya mueven tanta gente, opiniones y sentimientos. Me siento muy orgullosa de ti, si fuera del New York Times ya estarías fichado!
Espero no "nos" durmamos en los laureles, que esto no ha acabado!!!
¡Qué arte tiene mi hermana!
ResponderEliminarCon fans como tú este blog llegará lejos, jajaja.
Gracias por tus elogios, ¡conseguirás que me ruborice y todo!
Un saludo, nos vemos pronto.
¡HALA MADRID!
Es bonito haber ganado la Copa desde hace tanto, pero todos sabemos que si al final de la temporada el Barça se hace con Liga y Champions nadie se va a acordar de lo de ayer.
ResponderEliminarEstos cuatro partidos pueden ser un combate del que ahora mismo el madrid lleva ventaja...dio el primer golpe, pequeño pero válido en el Bernabeu, al conseguir un empate (y pudo ser algo más) frente al Barça por delante en el marcador, y con uno menos, que eso suele ser sinónimo de goleada...Y ayer dio otro golpe más fuerte....pero hay que tumbarlos. No podemos dejar que se escapen vivos, acabamos de ganar el primer título después de años y el equipo se siente estable, por fín, pero necesitamos más, necesitamos la Champions. Y para ella hay que pasar por encima del Barcelona otra vez y acabar definitivamente con ellos y recuperar esa confianza que nos ponga en lo más alto de nuevo.
Grandísimo partido y grandísima Copa, conseguida, no lo olvidemos, después de liquidar a rivales de la talla de Sevilla, Atlético y el propio Barça. El Madrid compró antídotos contra las urgencias y, espero, continuidad y tranquilidad en el banquillo para el hombre que lo ha revolucionado todo: José Mourinho. Abrazo fuerte desde La mente en blanco y un gran ¡¡¡¡HALA MADRID!!!!
ResponderEliminarVolvemos al sitio que merecemos: a celebrar otro título más con "Copicidio" incluido, jajajaja.
ResponderEliminarDe verdad que envidio a Iker Casillas: anoche estuvo con dos diosas, Sara Carbonero y con la diosa Cibeles...
¡Hala Madrid!
Vencedor justo. El Madrid merecio mucho mas que el equipo blaugrana. Aunque despues de lo que hizo Ramos casi se nos va todo a lgarete. sALUDOS!
ResponderEliminarPD. Dices que tienes 3-000 visitas? No quieras saber las mias .... Jajaja.
Bruno
ResponderEliminarCalla, calla, que este blog lo hago para una asignatura de la universidad (aunque luego seguiré) y tengo que quedar lo mejor posible!! Ja ja ja.
Un saludo.
Increíble el partido e increíble el campeón.
ResponderEliminarSaludos desde http://elreydelgol.blogspot.com/
Gran partido del Madrid, ahora nos espera dos partidos muy dificiles, sobre todo el de Barcelona que nos van a preparar una encerrona, pero siempre desde la "humildad".
ResponderEliminarYo no pude ni escribir en el blog, además de quedarme afonico de chillar el gol.
¿Que te parece el victimismo que va saliendo desde el entrenador más humilde de la historia?
Como pierda la semifinal vamos a volver a lo de siempre..
Me parece que ha llegado a una situación límite en la que jamás se ha visto en su carrera (entrenó al mejor equipo del grupo catalán de tercera y ya pasó a dirigir a un equipo con gente como Messi) y que al fin estamos viendo al verdadero Pek.
ResponderEliminarToda esa humildad y buenas vibraciones eran pura fachada, pero lo hemos calado y de nada le van a servir sus provocaciones. La respuesta del Real Madrid está siendo exquisita.