viernes, 6 de mayo de 2011

Hagámosla nuestra

Foto: Euroleague.net

Ha llegado la hora de la verdad para nuestra querida sección de la petanca aérea, el momento que el equipo de baloncesto del Real Madrid ha venido soñando desde que se inició la temporada y esperando con impaciencia desde que conseguimos nuestro billete al derrotar al Power Electronics Valencia: la Final Four de la Euroliga en Barcelona ya está aquí.

He dicho por activa y por pasiva que lo mío es el fútbol, ya que el baloncesto se me ha antojado algo demasiado complicado (pese a haberme tragado centenares de partidos, sigo sin conocer todas las reglas y tecnicismos), pero tras esta sobredosis de atracos, corrupción y victimismo ajenos que han salpicado la actualidad balompédica del club en las últimas dos semanas ,creo que no seré el único al que le venga bien desconectar un poco y volverse a enamorar del balón naranja. La emoción de la eliminatoria contra los valencianos y el posterior partido en el que vencimos a nuestros archirrivales me ganaron para la causa. Vi un equipo entregado, luchador y reconciliado con su afición tras haber pasado momentos no demasiado buenos.

Estamos ante una final a cuatro equilibradísima, en la que, como muestra del elevado nivel, somos nosotros, los 8 veces campeones de Europa, los que acumulamos menos apariciones en este tipo de citas continentales en los últimos años. Además, muy al contrario de lo que ocurre con la Copa del Rey, donde nuestros hinchas suelen estar rodeados por 7 aficiones furibundamente antimadridistas, los aficionados merengues presentes en el pabellón de Montjuïc disfrutarán esta vez de un ambiente más relajado. Nada mueve a los seguidores rivales más allá del baloncesto y, encima los griegos, que en teoría son los más ruidosos y peligrosos, están hermanados con nosotros. No seremos mayoría pero tampoco nos lincharán.

El Panathinaikos ha rearmado para Zeljko Obradovic al equipo campeón en 2009. Habrá que vigilar, si nos llegamos a medir a ellos, con gente tan peligrosa como Diamantidis, que ya se la lió al Barcelona en los cuartos de final, siendo uno de los principales artíficies de que los azulgrana no pudieran estar en el Sant Jordi este fin de semana. Por su parte el Montepaschi Siena se está covirtiendo en la dinastía de la década en Italia, sustituyendo el tradicional dominio de las escuadras de Bolonia, Milán y Varese. Con los ex-madridistas Jaric (el marido de nuestra añorada Adriana Lima) y Kaukenas en su plantilla, sorprendieron a propios y extraños al dejar fuera de la fase final al Olympiacos tras remontarle y ganarles con solvencia (3-1) una serie de la que perdieron el primer partido en Grecia por más de 50 puntos.

A nosotros quizás el contrincante que más nos interese sea el Maccabbi de Tel Aviv. Los israelíes son uno de los rivales clásicos del Madrid en competición internacional y nunca han escondido que nos tienen ganas cuando visitamos el pabellón de La Mano de Elías. No en vano, en los 80 protagonizamos apasionantes duelos contra ellos como la final de la Copa de Europa que les ganamos o aquel partido en el que uno de sus jugadores se encaró con nuestro público en el pabellón de la antigua Ciudad Deportiva. Hoy por hoy lo que más nos debe preocupar, como si de una peligrosa arma del Mosad se tratara, son los kilos y la fuerza bajo el aro de su pívot heleno-camerunés Schortsanitis.

Digo preocupar y no temer, y digo bien. Porque en el Real Madrid puede haber ganas de hacerlo bien, tensión por la categoría del rival, pero jamás miedo. Brabender, Luyk, Emiliano, Sczebriak, Corbalán, Sabonis... no lo conocieron en las 8 ocasiones anteriores.

Hablaría de la sanción de 5 partidos a José Mourinho por parte de esta servil y podrida UEFA que hoy padece Europa y el Real Madrid, o de cómo el Barcelona, después de su repugnante exhibición de teatro y ausencia de deportividad, se va de rositas con una simbólica sanción a un jugador de segunda fila. También podría ocuparme a fondo de como los insultos racistas, dependiendo de que camiseta lleves, permanecen en el limbo por los siglos de los siglos... pero no, hoy no es el momento.

Hoy toca desearle suerte a Llull, Fischer, Felipe y compañía para que hagan una buena semifinal y nos acerquen un poquito más a un título que resultaría balsámico para la sección tras haber pasado tantos años del último y sería motivo de orgullo para todo el madridismo, algo molesto con la vida tras los últimos acontecimientos. ¡Hala Madrid! ¡A por la novena!

6 comentarios:

  1. Ese "ha haberme", compañero!
    Hala Madrid!

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  2. Menudo fallo, ¡puf!

    Gracias por avisarme, un saludo y un fuerte ¡HALA MADRID!

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  3. Bueno, el Maccabi ha pasado por encima del Madrid, reflejo de la falta de experiencia del conjunto de Molín, y lo mucho que requieren este tipo de partidos, donde jugar con corazón es insuficiente. Y es que son partidos donde se requiere mucha mentalidad ganadora y cabeza fría. Los blancos hoy de negro, no han jugado como bloque y ante conjuntos compactos como el israelí se paga y mucho.

    De todos modos, para los merengues es un éxito haber jugado su primera final four y asi volver a la élite europea. Ahora es momento de consolidar las bases del equipo y asentar un modelo sólido, lejos de la política que se ha seguido en los últimos años, donde la plantilla se renueva temporada si temporada tambien.

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  4. Sin duda tanto tiempo para caer y no de cerca sino como la escena de Torrente que saltan a la piscina, nos quedamos a 19 puntos.
    Equipo de futuro que como paso en el fútbol, algunos chavales les pudo la presión.

    Saludos http://benditapolemica.blogspot.com/

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  5. Pues no pudo ser, aun asi somos los que mas tenemos!! saludos!!

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  6. Franc que pasa . Hechamos de menos tus entradas.

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