
Yo sabía que en España el funcionamiento de las cosas es surrealista, pero siempre lo achaqué a algo inherente a nuestro espíritu, con tanta estima por la corrupción y los tejemanejes oscuros. Pero lo de ayer me demostró que este es un virus que pudre por dentro a todo el balompié europeo. Pura ciencia ficción. Esto ya va mucho más allá de simple fútbol o de un equipo que gane, esto tiene que ver con un completo dominio de la situación en todos los ámbitos que te permite despreocuparte de todo y pone a tu rival constantemente en el alambre viéndoselas y deseándoselas para no ser linchado por hereje.
Una fidelidad a la causa inquebrantable por parte de los medios catalanes (ni el oficialista Granma cubano creo que sea tan fiel al régimen como RAC1, TV3, Sport, Mundo Deportivo, Ona FM y compañía a los azulgrana) acompañada del asequeroso e interesado veletismo de los madrileños. Una perfecta comunión con todos y cada uno de los organismos rectores, con gente como Villar que le debe a Gaspart y su club el asiento en UEFA y FIFA. Un miedo reverencial por parte de los mismos a que cualquier decisión suya o de sus colegiados, véase la vista gorda con la provocación de la tarjeta de Iniesta para pasar limpio de ronda (sancionada en los casos de Real Madrid y Villarreal) o el cambio de colegiado. Todo esto es el Barcelona.
Alguno dirá que no hicimos nada ayer. Pero la verdad es que el partido estaba yendo según nos convenía a nosotros, camino a un empate sin goles o a que alguna escapada nos pusiera en ventaja para dejar intactas nuestras posibilidades de cara a la que se preveía titánica batalla del Camp Nou. No en vano, la expulsión cortó el mejor momento de juego del Madrid y paralizó los cambios que podían haberle aportado otra cara arriba.
Esta gente juega con red desde hace años. Unas veces Orebvro, otras Bussaca, otras Stark... pero siempre aparece la mano amiga para allanarles el camino. Y lo peor no es eso, lo peor es que como te atrevas a dudar de su limpieza y su honestidad, por sucias que sean las cosas que hagan, eres tratado por poco menos que un inadaptado por parte de la masa lobotomizada para creerse el cuento de los amigos de los niños. Pepe es un asesino, Alves y Pinto unos santos simpáticos. Cristiano es un chulo, Piqué es simpático. Mourinho, por decir verdades como puños, es un maleducado, mientras que el hipócrita de Pep, que tras llorar a moco tendido ahora vuelve a no querer hablar de los árbitros, es un tipo muy humilde, ejemplo para la juventud. Puro dogma.
No sé el resto de madridistas pero yo digo basta. Me niego a claudicar ante la "realidad" que el Barcelona ha fabricado, esa que envalentona a gente que no ha visto más que cuatro partidos mal contados en su vida se atreva a llamarme ignorante en materia futbolística. A mi me aburre cantidad el estilo de toques inútiles del Barcelona y, en cambio partidos como el del Real Madrid el miércoles pasado me llegan al alma. Pero mientras yo tolero que ellos disfruten siendo vencedores morales si pierden y creen que han jugado bien, yo estoy obligado a besar por donde pisan hasta cuando nos roban descaradamente. Segundos antes de la entrada de Pepe exagerada por Alves, Mascherano hace una, más fuerte incluso, que el colegiado designado por la UEFA para no ofender a Guardiola solo consideró amarilla. No me lo trago. Este mes tres, partidos contra el Barcelona, tres en los que hemos acabado con diez jugadores.
Si Mou es un maleducado por contar las cosas como son, yo también lo soy. Esto apesta por todos lados y alguien tenía que decirlo.
Una fidelidad a la causa inquebrantable por parte de los medios catalanes (ni el oficialista Granma cubano creo que sea tan fiel al régimen como RAC1, TV3, Sport, Mundo Deportivo, Ona FM y compañía a los azulgrana) acompañada del asequeroso e interesado veletismo de los madrileños. Una perfecta comunión con todos y cada uno de los organismos rectores, con gente como Villar que le debe a Gaspart y su club el asiento en UEFA y FIFA. Un miedo reverencial por parte de los mismos a que cualquier decisión suya o de sus colegiados, véase la vista gorda con la provocación de la tarjeta de Iniesta para pasar limpio de ronda (sancionada en los casos de Real Madrid y Villarreal) o el cambio de colegiado. Todo esto es el Barcelona.
Alguno dirá que no hicimos nada ayer. Pero la verdad es que el partido estaba yendo según nos convenía a nosotros, camino a un empate sin goles o a que alguna escapada nos pusiera en ventaja para dejar intactas nuestras posibilidades de cara a la que se preveía titánica batalla del Camp Nou. No en vano, la expulsión cortó el mejor momento de juego del Madrid y paralizó los cambios que podían haberle aportado otra cara arriba.
Esta gente juega con red desde hace años. Unas veces Orebvro, otras Bussaca, otras Stark... pero siempre aparece la mano amiga para allanarles el camino. Y lo peor no es eso, lo peor es que como te atrevas a dudar de su limpieza y su honestidad, por sucias que sean las cosas que hagan, eres tratado por poco menos que un inadaptado por parte de la masa lobotomizada para creerse el cuento de los amigos de los niños. Pepe es un asesino, Alves y Pinto unos santos simpáticos. Cristiano es un chulo, Piqué es simpático. Mourinho, por decir verdades como puños, es un maleducado, mientras que el hipócrita de Pep, que tras llorar a moco tendido ahora vuelve a no querer hablar de los árbitros, es un tipo muy humilde, ejemplo para la juventud. Puro dogma.
No sé el resto de madridistas pero yo digo basta. Me niego a claudicar ante la "realidad" que el Barcelona ha fabricado, esa que envalentona a gente que no ha visto más que cuatro partidos mal contados en su vida se atreva a llamarme ignorante en materia futbolística. A mi me aburre cantidad el estilo de toques inútiles del Barcelona y, en cambio partidos como el del Real Madrid el miércoles pasado me llegan al alma. Pero mientras yo tolero que ellos disfruten siendo vencedores morales si pierden y creen que han jugado bien, yo estoy obligado a besar por donde pisan hasta cuando nos roban descaradamente. Segundos antes de la entrada de Pepe exagerada por Alves, Mascherano hace una, más fuerte incluso, que el colegiado designado por la UEFA para no ofender a Guardiola solo consideró amarilla. No me lo trago. Este mes tres, partidos contra el Barcelona, tres en los que hemos acabado con diez jugadores.
Si Mou es un maleducado por contar las cosas como son, yo también lo soy. Esto apesta por todos lados y alguien tenía que decirlo.