lunes, 7 de marzo de 2011

Perdóname, Señor, porque he pecado

Sí, lo reconozco, yo también caí una vez, pero ahora estoy limpio, lo juro. Soy un hincha nuevo y puro. Un día fui uno de esos individuos que te aguan el partido con esas odiosas trompetillas de plástico con los colores del Madrid que venden en los puestecillos de los exteriores del Bernabéu. En mi descargo vaya que debía tener 13 o 14 años a lo sumo y que a la que me di cuenta que no me dejaba escuchar los cánticos para poder seguirlos (ni la mía ni las de los demás) la aburrí y la debo haber llevado como mucho dos veces en mis viajes a Madrid. La conservo porque para las celebraciones callejeras es ideal para tocar lo que no suena a los rivales, je je. Pero eso no quita que siga siendo un instrumento del mal. Recuerdo que la primera vez que oí un zumbido parecido (y me disgustaba bastante) fue en los enfrentamientos del Real Madrid contra el Spartak de Moscú y el Dínamo de Kiev de la Copa de Europa de la temporada 98/99. Siempre creí que su uso masivo en esos países debía estar asociado al intenso frío, que hacía mucho más sencillo animar tocando la bocinita que pegar un grito y destrozarse la garganta... pero con los años este "enjambre de abejas" se ha ido apoderando del coliseo blanco y por desgracia uno acaba con la cabeza como un bombo tras aguantar un partido rodeado de ellas. El colmo fue el Mundial de Sudáfrica y las vuvuzelas (auténticas tubas futboleras), que por suerte no han llegado a extenderse por España. Sin ir más lejos las prohibieron en Inglaterra, lugar donde los cánticos en el fútbol son sagrados. No me extrañaría que con artilugios como el de la foto hayan hecho lo mismo.

Al igual que yo me he disculpado por pecar contra el deporte rey, me gustaría escuchar pedir perdón a todos los que desconfiaron a principio de temporada de Mesut Özil. Y no sólo por el partido frente al Rácing. Ya son muchas las exhibiciones que el 23 ha dado con la camiseta blanca y las veces que se ha marchado del campo ovacionado por la afición blanca. Pero hubo gente, madridistas de poca fe o con intereses oscuros, que en un principio le hicieron la cruz por el simple hecho de ser extranjero. Esa es la gran cruz que arrastra el Real Madrid en los últimos tiempos. Mientras se demuestra que somos un club con millones de seguidores repartidos por todo el planeta, quienes no ven más allá de sus propios ombligos quieren que cada día seamos más pequeños, que solo fichemos españoles o canteranos. ¿Debemos rechazar de lleno a estos dos grupos de jugadores? No, por supuesto, pero sí que está claro que en el Madrid solo pueden jugar los mejores o los que tengan las capacidades necesarias para llegar a serlo, hayan nacido en Madrid, en Sevilla o en Hong-Kong.

De Mesut se dijo que era flor de un día, que hacer un Mundial interesante no era suficiente para fichar por el Real tan joven (ojo, como si hacer un buen Mundial con nada menos que la Selección Alemana fuera moco de pavo), que si hubiera sido mejor fichar a alguno de los campeones del Mundo con España... pero él solito, gracias a su calidad y a su visión de juego ha callado a todos los desconfiadores profesionales que pueblan la prensa madrileña y dejado al descubierto que solo buscaban un nuevo contacto para obtener filtraciones en el vestuario una vez que Raúl y Guti abandonaron el club. Y lo mejor de todo, sin duda, es que al germano lo veremos crecer y convertirse en un futuro candidato al Balón de Oro vestido de blanco.

4 comentarios:

  1. Las bocinas deberían estar prohibidas en los estadios. Casi tengo algun lio por ellas al respecto. Vale que lo haga un chaval, pero el padre..

    Que decir de Mesut. Me atrevería a asegurar que es el mejor fichaje de la era Florentino.

    Un saludo

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  2. Las bocinas de antes y las de ahora son diferentes. Yo debo decir que casi nunca las hice sonar tan bien como un primo mio.
    Me acuerdo incluso de llevarlas en algún partido contra el gran Milán de Arrigo Sacchi, ese entrenador que fue el que reinventó el fútbol, con una gran presión al rival y su defensa en zona. Fútbol, que hoy en día, parece que el club Aspersores se ha hecho suyo.
    De Messut, pues poco hay que decir. Lo pero de todo esto son los periodistas, que al principio de temporada decían que este jugador era irregular, y que te hacía algún detalle y luego desaparecía.
    Eso no lo decían con Baúl en estos últimos siete años, lo decían de un jugador con 21 años recíen llegado. Pero al igual que pasó con Higuaín, y está pasando poco a poco con Benzema, el alemán va cayando bocas desde el silencio y la calidad tremenda que tiene.
    Yo, al igual que con Roberto Carlos, lo estoy saboreando como nunca, porque pasarán años en volver a tener un futbolista de este calibre.
    Y lo mejor de todo, nos queda por ver lo mejor de él.

    Un saludo desde realzidane.blogspot.com

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  3. Que decir de Mesut. Me atrevería a asegurar que es el mejor fichaje de la era Florentino.

    Lo peor de todo, es que lo fichó y convención Mourinho, llamada telefónica mediante.

    Aquí ya se sabe, si no es "ejpañó" o canterano, no vale. El día que la Selección se pegue un trastazo cambiarán el disco de cara.....

    Saludos

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  4. como tu dices,estan trompetillas son ideales para dar el cante por la calle en dias de celebracion,pero tambien para salir a la terraza de tu casa a tocarlas cada vez que tu equipo marca y ver como el vecino del piso de la otra esquina de la calle te contesta,y a su vez el de al lado vuelve a contestar xD

    en cuanto a ozil,poco que decir,el mismo se esta labrando un futuro que puede que quede en un buen jugador o que llegue a leyenda,de su regularidad y margen de mejora depende,sin duda con 22 añitos esta en su mano

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